OPINIÓN    

Defensa de la naturaleza

Álvaro Numbela Tejada



La defensa de la naturaleza, con especial mención al incendio de la Chiquitania, que ha suscitado la cooperación internacional, es la ópera que enseña, que debemos responder al llamado de los bosques, sin mayores formalismos.

La Fundación Coral Mozartino presentará la obra junto a un Libro chick al final del presente mes, como un claro homenaje a Cochabamba, Consiguientemente, esté atento porque se trata de la deforestación que compromete nuestro futuro. Estamos contentos con el combate ecológico en la escena política boliviana, ojala se defienda mejor esta causa con la próxima elección presidencial.

LA IMPLACABLE POLÍTICA DE DEFORESTACIÓN

La política ambiental y agraria del gobierno boliviano a nadie convence. No existe un uso moderado de la tierra. En efecto, está la Ley 741 que autoriza desmontes hasta 20 hectáreas con trámites muy simples; luego y como lógico corolario, la devastación (los desmontes) ha tomado dimensiones grotescas en la Chiquitania; el fuego persiste después de más de un mes de su emprendimiento y ya suman 1,5 millones de hectáreas afectadas.

¿Cómo admitir que en cuatro días del mes de septiembre haya 755 focos de quema? ¡Aún no fueron apagados los incendios!, en el gran pulmón verde del planeta, porque asistimos al llamado de los bosques. Los árboles claman: ¡No… no nos toquen! es el grito vigoroso contra la amenaza de deforestación excesiva en provecho de terceras personas.

Consiguientemente, por mucho que se diga que los incendios se deben al cambio climático que se registra en otros continentes y que la responsabilidad es de todos los países del mundo; lo cierto es que hay intervención de la mano del hombre en áreas PROTEGIDAS, que provocan la quema generalizada.

LOS MEJORES FUNDAMENTOS

Los mejores fundamentos para no tocar aquello que está en la naturaleza, viene de la deforestación excesiva -en provecho de unos cuantos- que compromete el futuro del país. Con ello se tiene una degradación progresiva de la situación, aumentada por el fuego de los bosques, el corte desenfrenado de preciosos árboles

¿No es suficiente saber que la Amazonia es un pulmón que da el 20% de oxígeno puro para toda la humanidad? Ella es nuestra Casa Común que tiene una gran biodiversidad.

Así como parece muy lejana la reflexión que acabo de formular, ya llegará el día en que la amenaza de deforestación acabe y que nuestro país sea conducido por el camino de la modernización de la agricultura, importante factor de la conservación del equilibrio económico y natural, mejorando las condiciones de trabajo y la vida de los pequeños y medianos productores que representan y continuarán representando, en los próximos años, la gran mayoría de trabajadores del campo. Ellos merecen una política económica de conjunto favorable, porque pueden poner en marcha el potencial del progreso técnico que han sabido acumular a lo largo del tiempo.

Y, finalmente, la planificación elaborada democráticamente definirá al nivel regional el desarrollo y la modernización de la agricultura, interviniendo activamente en la búsqueda de soluciones adaptadas a su situación. Sin necesidad de que el Sr. Juan Carlos Huarachi, representante de la Central Obrera Boliviana, sugiera continuar con el carnaval de un Poder personalizado.

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