OPINIÓN    

Qué sentido damos a nuestras prácticas pedagógicas

Julia Asucena Apaza Carrillo



Es un trabajo de manera comunitaria realizar actividades con los estudiantes del nivel inicial, donde los padres de familia estén involucrados en el aprendizaje de sus hijos desde esta edad. Ahora ellos ya cuentan con mayor información sobre este modelo educativo, por lo que se ven involucrados en las actividades con sus hijos, y a las maestras esto nos ayuda bastante, ya que es muy importante el seguimiento que deben realizar a sus hijos. También es necesario resaltar que en el aula podemos observar la diferencia en la forma de planificar y desarrollar contenidos, que los vamos adecuando a nuestro contexto, siempre viendo que se desarrollen de la mejor forma posible.

Se trata de lograr un sentido de paz y armonía, para que las niñas y niños se juzguen familiarizados, se sientan felices, que quieran venir a la escuela para compartir, jugar, conocer, socializar, desarrollar sus habilidades, potencialidades y capacidades de la manera más positiva posible, ya que es la primera salida de la casa y esta primera experiencia, sea positiva o negativa, durará toda su vida. Entonces debemos tener mucho tino, como maestras de inicial y con mucho amor a nuestra profesión y a las niñas y niños, debemos trabajar concienzudamente aplicando lo aprendido.

La Educación Inicial en Familia Comunitaria está centrada en las y los estudiantes de cuatro a cinco años de edad, en la que se desarrolla su aprendizaje a través de diferentes actividades, las que contribuyen al desarrollo integral de los menores, es decir las capacidades, cualidades y potencialidades; las mismas se basan en actividades lúdicas, corporales, creativas y expresión. También es el principio de una educación regular, donde las maestras debemos estar comprometidas con desarrollar todas las capacidades, habilidades de las niñas y niños utilizando diferentes estrategias metodológicas que conlleven a un aprendizaje eficaz, para que en el transcurso de su diario vivir pongan en práctica, de acuerdo con sus necesidades.

El sentido que se da a nuestras prácticas pedagógicas es el de desarrollar y fortalecer la integración socio comunitaria a partir de la etapa evolutiva y escolar de la niña y el niño, en relación con sus capacidades, destrezas, habilidades y potencialidades de la experiencia cotidiana para la concreción curricular en el aula de manera colectiva e individual en comunidad, con participación de las familias que se integran en las actividades.

Así mismo, es una etapa importante, donde puedan desarrollar su creatividad, su imaginación, y talentos a través de diferentes actividades programadas durante el año escolar, el mismo que es el primer espacio socio afectivo, como comúnmente llamamos: la primera escuela, donde enseñamos valores, cuidados, protección, responsabilidad, respeto, a interactuar entre pares.

Como maestras, damos mucha importancia a esta etapa, ya que es muy importante para el desarrollo integral y holístico de la niña y niño, respetando los principios, valores y niveles de aprendizaje.

También se trata del desarrollo de la creatividad, expresión corporal, expresión musical, ya que implementando estas actividades desarrollamos integralmente a la niña y el niño para un aprendizaje significativo dentro de la comunidad educativa.

Constituye la base fundamental para la formación integral de los menores, además orienta a recuperar, fortalecer y promover la identidad cultural de donde proviene cada estudiante.

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