EDITORIAL    

Asesinatos a mujeres, niños y accidentes viales



Si el 2020 fue fatídico por el coronavirus que arrebató al país casi 10.000 víctimas, dejó miles de personas resentidas de salud y sembró cientos de muertes de médicos y personal sanitario, la nota más negra fue la de feminicidios e infanticidios, sin dejar de lado los 10.521 accidentes de tránsito que cercenaron la vida a un considerable número de pasajeros, choferes y cientos de heridos de toda gravedad.

Si hemos de ser optimistas ante el futuro, no obstante, no podemos dejar de mirar que el 2021, apenas iniciado, augure mejores días. No solo nos atenazará el hasta el momento irreductible Covid-19, sino también la economía, la falta de trabajo y sus secuelas, sobre todo en la gente menesterosa que cubre parte de nuestra sociedad.

Los feminicidios llegan a la escalofriante cifra de 113 y 51 infanticidios el 2020 en el país. Los primeros, no obstante, acusan un número menor desde el 2018. No es difícil identificar a los asesinos, pues, se trata de allegados íntimos de las víctimas. Esto es concubinos, novios o enamorados, esposos en algunos casos y amantes. Estos crímenes presentan cuadros de extrema violencia y crueldad. Estrangulamientos, golpes terriblemente contundentes en la cabeza, decenas de puñaladas sin descartar armas de fuego. Por lo general, se trata de una combinación de tales salvajes ataques. Estos lúgubres escenarios tuvieron por testigos a hijos de cortísima edad o niños y adolescentes, hermanos, etc.

El alcohol es la causa principal, la ebriedad. No debe causarnos extrañeza que se trata de ebriedad de pareja, de hombre y mujer convivientes, enamorados, etc. Las mujeres que algunos años antes no participaban o lo hacían menos de esta borrachera en pareja, ahora es más común. Este mal hábito las compromete y no perciben que al beber en compañía se exponen a morir. A su vez, las adolescentes al concurrir con sus enamorados a locales de bebida se arriesgan por lo menos a la violación. La conclusión es que el Estado en sus diferentes fases y las instituciones feministas deben luchar en primer lugar contra el alcohol, verdadera pandemia de tan graves consecuencias en Bolivia.

Los infanticidios sumaron 51 en nuestro territorio, de igual manera, con despiadada crueldad. Para peor, la autoría corresponde a la propia madre, al padre, al concubino de la progenitora o a otros parientes cercanos, de igual manera, las violaciones a infantes de pocos años o bebés u otras y otros niños o púberes.

Los accidentes de tránsito giran alrededor de 10.521. Estadísticas de Transito señalan que el 30% se debe al estado de embriaguez de los conductores, pero no es incorrecto decir que puede deberse en un 50% a dicho estado inconveniente. Otra causa es la extenuación física que conduce al sueño. De este factor es responsable Tránsito porque sus agentes en las terminales permiten la salida de buses sin choferes reemplazantes en número conforme a la distancia del viaje. Otras causas son las fallas mecánicas que también deben ser controladas oportunamente y, por último, la falta de mantenimiento de las carreteras y caminos, hecho en el cual la ABC debe asumir su parte.