Madrid, (EFE).- Después de atravesar el lejano Oriente, los tres Reyes Magos, Melchor, Gaspar y Baltasar, llegaron ayer a España cargados de regalos e ilusión para los más pequeños, y dispuestos a repartir grandes dosis de esperanza en los miles de hogares españoles que sufren las consecuencias de la crisis.
Este año, Sus Majestades recibieron, como siempre, el cariño de niños y mayores, pero también solicitudes de ayuda para los más necesitados, confianza en el futuro y sobre todo, trabajo.
Conscientes de la situación económica que atraviesa España, los Reyes Magos tuvieron que limitar en esta ocasión su recorrido y dejar sin visitar muchos pueblos, así como los barrios y distritos de algunas ciudades.
Menos
presupuesto
Así sucedió por ejemplo en Madrid, Barcelona o Sevilla, cuyos ayuntamientos se vieron obligados a recortar el presupuesto de sus cabalgatas, aunque en todos los casos la falta de dinero se suplió con desfiles cargados de imaginación y espectáculo.
Como cada año, eso sí, Sus Majestades llegaron a España por tierra, mar y aire, utilizando originales medios de transporte e incluso deslizándose por la nieve en las localidades próximas a las principales estaciones de esquí.
Portada de HOY |
Editorial |
Portada Deportes |
Caricatura |
Impunidad |