Este año que termina, la libertad de expresión, como concepto inderogable e inalienable, fue un tema vigente, llamativamente con interpretaciones sesgadas y sin consistencia o con una proclama para responder a la línea de un determinado régimen. Pero la percepción es unívoca: la libertad de expresión no puede ser dirigida, porque si lo es sirviendo a intereses políticos o de otra naturaleza se convierte en un órgano desestructurador de las creencias sagradas de la generación ascendente, condenando la historia a la generación que no respeta la sucesión de principios fundamentales para una sociedad.
Los cambios profundos en los países se consolidan comprendiendo que toda ideología impuesta provoca el efecto resultado de la desconfianza, porque si algo es cierto o verdadero y pertenece a la naturaleza de libertad que nace en mujeres y hombres, no necesita ser impuesto. De ello inferimos que es extremadamente improbable que un derecho natural como la libertad en todas sus expresiones, además de verdadero, sea impuesto.
El tema actual es la libertad de expresión porque los que gobiernan sin vocación o son reticentes a convivir con la libertad, no desean en sus mandatos críticas de cualquier índole, generalmente por ineptitud para esclarecerlas y ejercitar la mala interpretación de la facultad del poder, porque el poder es el arte de persuadir con convicción, sin imponer.
El poder delegado por el pueblo no debe ser desestructurado con la aceptación del cinismo, la mitomanía, la ficción y los falsos prestigios. Algunos regímenes democráticos incurren, para aparentar legitimidad y obtener sus propósitos, en la promulgación de leyes que restrinjan la libertad de expresión, cuando no es restringible por su propia esencia, pues no admite limitación dentro de lo lícito.
Como conclusión decimos que la libertad como valor absoluto, cuando se trata de restringirla no debe ser considerada como falta de libertad sino como pérdida de libertad.
El autor es Abogado Corporativo, postgrado en Arbitraje y Conciliación.
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán Consejo de Administración:
Juan Carlos Quiroga
Miguel Lazo de la Vega |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |
Caricatura |