Washington, (EFE).- El Gobierno de EEUU anunció ayer una propuesta que permitirá reducir, en algunas circunstancias, la duración de la separación entre ciudadanos estadounidenses y sus esposos o hijos indocumentados mientras regularizan su situación migratoria.
El cambio, en concreto, beneficiará a las familias de estatus dual en las que un padre, madre o cónyuge estadounidense pueda demostrar que la ausencia prolongada de su pareja o de su hijo para tramitar en su país de origen un visado de residencia en EEUU le acarrearía un “perjuicio extremo”.
REDUCE TIEMPO
Según dijo a periodistas el director del Servicio de Inmigración y Aduanas (USCIS), Alejandro Mayorkas, “este cambio regulatorio propuesto reduce de manera significativa el tiempo que los ciudadanos de EEUU pasan separados de sus cónyuges e hijos bajo ciertas circunstancias mientras esos familiares pasan el proceso de recibir visados para convertirse en inmigrantes legales en EEUU”.
Actualmente, los esposos o hijos extranjeros de ciudadanos estadounidenses que deben salir del país para tramitar un permiso de residencia están vetados por ley para regresar a EEUU durante un periodo que varía entre tres y diez años si han violado las leyes migratorias.
La ley contempla, no obstante, una excepción en aquellos casos en los que el estadounidense demuestre que la ausencia de su hijo o cónyuge le acarrearía un “perjuicio extremo”, sea económico, de salud o humanitario.
En estos casos, el familiar del ciudadano estadounidense puede requerir, una vez que se encuentra de regreso en su país de origen, una excepción (“waiver”) para que se le permita volver a EEUU sin cumplir la prohibición. Pero incluso en estas ocasiones, la espera es de al menos seis meses, en ocasiones más de un año.
EXCEPCIÓN PROVISIONAL
El cambio anunciado ayer prevé que estas personas puedan solicitar el “waiver” en Estados Unidos, antes de regresar a su país. El USCIS examinará su caso y, si lo encuentra válido, concederá una excepción provisional.
Una vez en su país, el familiar en situación irregular se someterá a una entrevista consular. Si no se detectan problemas, el permiso se hará firme y la persona podría regresar a EEUU en cuestión de semanas. La nueva medida sólo se aplicará a los familiares de ciudadanos, no a los de residentes permanentes.
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