El Parque Nacional de Mallasa ofrece un triste panorama a sus visitantes. En su mayoría son familias que acuden los fines de semana para buscar espacios de esparcimiento. Sin embargo, EL DIARIO evidenció que las parrillas están sucias, la infraestructura está deteriorada y el área está llena de basura.
Quienes lucran con los servicios que ofrecen en el parque, se muestran indiferentes ante la suciedad existente en el lugar.
Por otro lado, es reprochable la atención que prestan los funcionarios del Zoológico Municipal que cierran los baños higiénicos, obligando a las personas de todas las edades, varones y mujeres, a buscar cualquier lugar, para sus necesidades biológicas.