El delantero Wayne Rooney lideró la victoria del United en el derby ante el City, y devolvió la autoestima al conjunto de Alex Ferguson, que, además, de clasificarse para los dieciseisavos de final de la Copa, batió a su vecino, al que no puede dar alcance en la Premier.
Rooney, autor de dos de los tres tantos de su equipo, representó la venganza de los diablos rojos, vapuleados en la Liga por el City, con la goleada obtenida en Old Trafford en octubre pasado (1-6).
Para ese momento el Manchester United, que afrontó el choque con varias bajas y dos derrotas en la Liga, ya había encarrilado el encuentro con el primer gol de Rooney tras un centro del ecuatoriano Luis Antonio Valencia.
A la media hora la ventaja visitante se amplió con el tanto de Danny Welbeck después de un centro del francés Patrice Evra. Y Rooney, que previamente marró un penalti, desviado por Costel Pantilimon, dejó el choque aparentemente sentenciado.
Roberto Mancini movió sus fichas en el descanso. Retiró del campo al español David Silva y a Adam Johnson para dar entrada a los defensas, el montenegrino Stefan Savic y al argentino Pablo Zabaleta.
Con casi media hora por delante el City fue incapaz ya de neutralizar la ventaja del Manchester United, que recuperó para la ocasión a su veterano centrocampista Paul Scholes, que meses atrás anunció su retirada. Scholes, de 37 años, salió por el portugués Nani para jugar los 30 minutos finales.