Ciencia económica

Por los resultados obtenidos en el manejo de la economía chilena, que habrían de ser calificados por el mismo profesor Milton Friedman como el “Milagro de Chile”, tenemos que saber que lo que él hizo en realidad fue enseñar a los Chicago Boys a hacer ciencia económica, la que, como vimos en anteriores artículos, no es otra cosa que el trabajo de integrar las realidades que de ella se hacen patentes, que son las que se obtiene al manipular algunas de las variables económicas que se enseña con el nombre de macroeconomía; con las realidades latentes, que son las realidades que no se manifiestan, de las que por esa razón se ocupan las formas de pensar de la filosofía y las ciencias .

Algunas de las realidades latentes de la economía nacional son las que entraban de forma imperceptible su buen funcionamiento, originando no sólo las distorsiones con las que ella funciona, sino también el desperdicio de valiosos recursos, que solamente pueden ser recuperados y encauzados en el circuito de la economía nacional a través de la reforma de sus estructuras defectuosas. Tales recursos una vez que son canalizados en los circuitos de la economía, tienen la virtud de impulsar una espiral de progreso económico y social sin precedentes, con la consiguiente masiva creación de empleo.

Las realidades patentes que manipula el profesional de la economía a través de las reglas que le enseñan en nombre de la macroeconomía, son un manejar ciego y parcial de algunas de sus variables que realiza de memoria, cuyo fundamento realmente no conoce; las que poco a poco se han venido concentrando, de forma casi exclusiva, en el maneo monetario como instrumento de control de la inflación. Los que si bien consiguen en cierta medida este objetivo, no resuelven los problemas estructurales con los que funciona una economía que no ha sido previamente normalizada en sus estructuras.

La ciencia económica tiene la misión de ocuparse del estudio del sistema económico nacional, como un todo integral, es decir como el sistema que es. Para cumplir esa misión, como se sabe a través de las teorías de conocimiento de la realidad, tendría necesariamente que arrancar de las mismas premisas de las que partieron los economistas de habla inglesa, a desarrollar las reglas de manejo de sus economías, es decir de las condiciones que tenía su economía en el momento en el que las desarrollaron. Pero como quiera que estas con las únicas reglas que se puede aprender en los libros de economía o las enseñanzas universitarias del mundo, las aplicamos en nuestras economías, que tienen condiciones diferenciadas, lo que contribuye a distorsionar su funcionamiento.

En artículos anteriores demostramos que lo que nuestros profesionales de la economía aprenden en sus estudios son las reglas de manipuleo de la economía inglesa, las que por esa razón no funcionan eficientemente en las nuestras, como funcionan en los países en los que se ha implementado esas específicas reformas en sus estructuras, cuyos primeros antecedentes se los puede encontrar en las reformas realizadas por el ministro de Hacienda de Inglaterra, Thomas Gresham, que comenzaron a hacerse visibles nada menos que en los años 1560-1.

Tenemos asimismo que saber que en el interior del funcionamiento de la economía y precisamente por esa condición, existen variables fundamentales que no se hacen visibles ni son parte de las reglas de la macroeconomía, pero que son las que entraban la totalidad del sistema. Ponerlas en evidencia a través de una reforma de sus estructuras, encauzará valiosos recursos económicos, que impulsarán un desarrollo de gran potencialidad, el que con los debidos ajustes a realizarse en el tiempo, tendrán la capacidad de sustentarse en el largo plazo, tal como se puede observar después de cuatro decenios en la economía chilena.

Este preámbulo a la concreción y la exposición de la forma en la que se debe realizar una reforma estructural, para que ella sea exitosa, es necesario para poder comprender las razones por las que el profesor Friedman al iniciar el citado curso dictado a los Chicago Boys, les enseñó a reproducir en la economía chilena las mismas condiciones con las que funcionan sus economías.

Para que los bolivianos podamos ingresar al concierto de los demás pueblos organizados del mundo, sólo falta la voluntad política del mandatario, en primera instancia, para facilitar los escenarios donde podamos exponer estos conocimientos y, más tarde, para formar los equipos capaces de llevar a cabo las tareas.

El manejo de la economía es un asunto técnico. Lo que se haga con el producto es una decisión política.

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