Washington, (EFE).- La Casa Blanca expresó ayer su “firme condena” a la decisión iraní de sentenciar a muerte al ciudadano estadounidense Amir Mirzaei Hekmati y aseguró que las denuncias de Irán de que trabajaba para la CIA son “falsas”.
En un comunicado, el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Tommy Vietor, afirmó que “las alegaciones de que el señor Hekmati trabajaba para la CIA, o la CIA le envió a Irán, son falsas”.
Irán, continuó Vietor, cuenta con un historial de “acusar falsamente a la gente de ser espías y de retener a estadounidenses inocentes por razones políticas”.
Si las informaciones sobre la condena a muerte de Hekmati son ciertas, la Casa Blanca “condena firmemente ese veredicto”, declaró el portavoz.
Estados Unidos, agregó, exige al régimen iraní que permita el acceso de Hekmati a los diplomáticos suizos (representantes de los intereses de EEUU en Irán, dada la falta de lazos diplomáticos entre los dos países desde 1979) y a abogados, y reclama que “se le ponga en libertad sin retraso”.
La portavoz del Departamento de Estado, Victoria Nuland, se pronunció en términos similares en otro comunicado, en el que aseguró que las acusaciones contra Hekmati “simplemente no son ciertas” y que EEUU trabaja con la misión suiza para confirmar las informaciones de que el estadounidense ha sido sentenciado a muerte.