Walt Disney comenzó una década de los noventa prodigiosa con La Bella y la Bestia, con gran éxito de taquilla, una encantadora historia que consiguió además que, por primera vez, una película de animación fuera nominada al Oscar a la mejor película. A partir de entonces no hubo año que Disney no arrasara con una laboriosa -trabajaban cientos de dibujantes en ella- y publicitada -se gastaban fortunas en su promoción- película de animación que hiciera las delicias del gran público -especialmente de los más pequeños-, y estrenada normalmente en Navidad. Sólo la llegada de Pixar y su animación por ordenador, a mediados de los años noventa (Toy Story, 1995) consiguió hacer temblar el trono de Disney como reina de la animación, con dos “pragmáticas” consecuencias: La animación de Pixar fue tan revolucionaria -y sus película tan taquilleras- que Disney se asoció a Pixar, sin fusionarse con ella -de hecho desavenencias entre los dos estudios rompieron la colaboración años después, hasta que la compró en el 2006-. Pero ahora la historia de La Bella y la Bestia retorna a los cines en el formato digital y en 3D, totalmente remasterizada en imagen y audio.
LA HISTORIA
Una hermosa joven llamada Bella acepta alojarse en un castillo con una bestia a cambio de la libertad de su padre. La bestia es, en realidad, un príncipe encantado. Para romper el hechizo, deberá ganarse el amor de una preciosa dama antes de que caiga el último pétalo de una rosa encantada.