“Control mental de las palabras”

Las palabras son los moldes en los que vertimos la energía de los pensamientos. Con nuestras palabras dirigimos nuestra mente y producimos nuestro destino; como no somos seres aislados, logramos sobrevivir de una mejor manera cuando conseguimos tener y conservar en estado de éxito y positividad una relación, y eso sucede cuando empleamos las palabras con conciencia, motivación e intencionalidad claramente definida; con las palabras controlamos nuestros pensamientos, nuestros sentimientos, nuestros estados mentales y nuestras conductas.

Sabemos que la mente consciente, tiene dos formas de procesar el pensamiento; a la forma afirmativa y constructiva la denominamos: pensamiento positivo; a la forma negativa y destructiva; pensamiento negativo.

Aplicando el mismo criterio de clasificación, podemos ver que hay, más que palabras, oraciones y expresiones negativas que van produciendo “cortocircuitos” en las comunicaciones interpersonales y malestar profundo tanto en el comunicador como en el comunicado, produciendo, de esta manera, una inarmonía y malestar en el hogar y también, en los demás ámbitos que vamos generando casi sin darnos cuenta, con el uso inconsciente e irresponsable de las frases, oraciones y expresiones negativas.

Si aprendiéramos a polarizar la mayor parte de las frases y expresiones que utilizamos a lo largo de nuestro día de vida, podríamos darnos cuenta de lo mucho que afecta nuestro propio hablar a nuestro estado de ánimo, a nuestro estado relacional y también a nuestra salud.

Si desea producir un programa eficaz en su mente subconsciente para convertir su hablar negativo en positivo escriba cien veces, “La forma positiva de hablar aporta a mi vida y a mi hogar toda la paz y la armonía que merecemos tener y disfrutar”.

Existe otro método de autosugestión mucho más sencillo para modificar nuestra manera negativa de hablar: Escriba en un papel tamaño carta con marcador azul grueso la presente afirmación para leerla con sentimiento dos veces al día durante treinta días: “Día a día me estoy transformando en un(a) comunicador(a) positivo(a) y exitoso(a) en todos los sentidos”.

Nota importante: Los programas de cambio y mejoramiento de las conductas de treinta días producen personas positivas y sensatas capaces de responsabilizarse de sus vidas y de sus estudios o de sus asuntos con las habilidades mentales y corporales que se aprenden.