En fecha 27-10-2011 en el artículo “Inspección de vehículos”, publicado por este matutino, me referí a la revisión que hacía el Organismo Operativo de Tránsito. Inicialmente efectuaba una inspección más o menos correcta, que podía en cierto modo garantizar la seguridad en el tráfico de vehículos, seguridad sobre todo de pasajeros y transeúntes en ciudades y carreteras.
Como sabemos, casi todos los accidentes que se producen en ciudades o carreteras son por el mal estado de los vehículos, falta de luces, problemas en frenos, dirección, holguras, ruidos, contaminación y peso de los camiones de carga, etc. Son estos los motivos de la gran cantidad de accidentes.
Lamentablemente, luego de opiniones y críticas difundidos por los medios de comunicación, por las tremendas filas que existían en el inicio de esta inspección, el Organismo Operativo de Tránsito cambió y prácticamente ya no es inspección lo que hace actualmente, porque se presenta la boleta del depósito de Bs. 30 en PRODEM, el RUA, fotocopia del Carnet de Identidad y del RUA en algunos puestos de inspección, ven el funcionamiento de las luces y listo. Esto desde mi punto de vista no es inspección, solamente es recaudación de los Bs. 30 por la roseta de inspección.
Casi en todos los países de Sudamérica se realizan revisiones técnicas, pero están bajo responsabilidad de los ministerios de Transportes y no de la Policía. Estos ministerios licitan cada dos o tres años el trabajo de revisión, para que se hagan cargo los talleres particulares ubicados en las diferentes zonas o barrios de las ciudades. El trabajo que se realiza es más prolijo, de manera que los vehículos que se ve transitando en las ciudades, tienen las luces completas, y su estado mecánico aparentemente es mejor que lo que vemos en nuestras ciudades. Los ministerios de Transportes tienen uno, dos o tres “Puestos móviles” que fiscalizan para saber si el trabajo de los talleres particulares está bien hecho (como se ve en la foto de arriba).
Y cuando encuentran vehículos que ya tienen la roseta de inspección y tienen deficiencias mecánicas, falta de luces, etc., entonces el Ministerio sanciona drásticamente al taller que extendió la roseta. Según las autoridades responsables de estos ministerios, nunca se dio el caso de venta de rosetas sin que se haya hecho la revisión. El resultado fue que desde que se implementaron estas revisiones, disminuyeron los accidentes por problemas mecánicos o de luces.
Considero que las autoridades correspondientes de Bolivia podrían copiar esta modalidad que se realiza en otros países y con seguridad los accidentes por fallas mecánicas, falta de luces u otros disminuirán en nuestro país.
El autor es abogado, especialista en transportes.
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