BBC Mundo.- Vive en una de las zonas más remotas del territorio ruso y es uno de los felinos más amenazados del planeta.
La situación del leopardo de Amur (Panthera pardus orientalis) es tan frágil, que su población en el medio silvestre se estima en apenas cerca de 35 ejemplares.
Un proyecto internacional, en el que participan expertos británicos, estadounidenses y rusos, está controlando actualmente la salud de la población existente y se propone reintroducir crías de leopardos en cautiverio.
El Dr. John Lewis, director veterinario y fundador de la ONG Wildlife Vets International en el Reino Unido, ha venido evaluando desde hace varios años la salud de la población silvestre y también de los animales en cautiverio en diversos zoológicos europeos.
Uno de los mayores riesgos del programa de reintroducción es que los leopardos cautivos transmitan a los animales silvestres enfermedades potencialmente devastadoras.
Desde 1996, el leopardo de Amur se encuentra en la mayor categoría de riesgo, peligro crítico, en la lista de especies amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
En la misma región vive otra especie de felino amenazada, el tigre de Amur o tigre siberiano, (Panthera tigris altaica), el mayor felino del mundo.
DIVERSIDAD GENÉTICA
Los cerca de 35 leopardos silvestres viven en un vasto territorio de unos 20.000 kms cuadrados en el extremo sureste de Rusia, en la región de frontera con China y Corea del Norte. Su nombre hace referencia a uno de los grandes cauces de agua de la región, el Río Amur, que durante un gran tramo marca la frontera natural sino-rusa.
“Necesitan una zona tan extensa porque en ese hábitat la densidad de presas y la disponibilidad de agua son muy bajas”, dijo a BBC Mundo Olivia West, de Wildlife Vets International.
“Otros felinos como el tigre de Sumatra, por ejemplo, viven en regiones tropicales donde la comida es abundante, por lo que pueden moverse por un territorio más reducido”.
Debido al número bajo de individuos, uno de los posibles problemas es la endogamia o falta de diversidad genética, que podría llevar a problemas congénitos, mayor susceptibilidad a enfermedades o dificultades en la reproducción.
Lewis ha logrado examinar hasta ahora seis leopardos silvestres, y afortunadamente, ninguno de ellos ha presentado esos problemas.
Las principales amenazas que enfrenta el leopardo de Amur son la caza por seres humanos de animales como ciervos y cerdos salvajes, de los que se alimenta. Pobladores locales queman además áreas de bosque para promover nuevo crecimiento como forraje para su ganado. Y otro de los riesgos ha sido tradicionalmente la caza furtiva de leopardos para mercados en China y Corea del Norte.
El proyecto internacional junto a veterinarios rusos ha venido promovido patrullas para evitar la caza furtiva, así como el control de incendios y el diálogo con cazadores de ciervos para asegurar la existencia de presas.
RIESGO DE ENFERMEDADES
Los expertos también han venido monitoreando la salud de la población silvestre. Cada año, Lewis pasa dos meses en la región recogiendo muestras de sangre y pelos. En el caso de los felinos que se logran capturar brevemente para ser examinados, también es posible evaluar la salud dental y cardíaca y colocar collares radiotransmisores.
Un nuevo centro está siendo construido en Rusia para albergar en los próximos meses a los primeros leopardos en cautiverio. Éstos se reproducirán en el centro y sus crías serán introducidas al medio silvestre cuando alcancen entre 12 y 18 meses, la edad a la que normalmente abandonan a sus madres.
“Uno de los mayores problemas es que los animales en zoológicos han estado expuestos a enfermedades y pueden ser portadores de patologías potencialmente devastadoras para los leopardos silvestres”, explicó Walter.
Debido a este riesgo, Lewis ha venido evaluando a qué enfermedades han sido expuestos los leopardos en cautiverio para evitar cualquier transmisión patológica.
En los próximos meses leopardos de centros británicos como el zoológico de Colchester o la Fundación de Vida Silvestre en Kent podrían formar parte del programa de reintroducción.
Lewis cree que el proyecto podría ayudar en la conservación de otras especies de grandes felinos.
“El leopardo de Amur se encuentra ahora en una situación que podrían enfrentar en el futuro varias especies de felinos, con poblaciones tan reducidas que podrían desaparecer de un día para otro”, dijo Lewis.
“Cuanto más logremos aprender sobre la reintroducción y el control del riesgo de enfermedades, más podremos ayudar a otras a especies”.
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