Emplear mejor nuestro tiempo

Para el desarrollo integral y logro de buenos hábitos de nuestros estudiantes, los padres de familia y las autoridades, en muchos casos no asumen responsabilidades, lo dejan solo al docente, como si fuera el único responsable, sabiendo que el niño o adolescente en la escuela solamente está cinco horas diarias, de lunes a viernes y las demás horas está en su hogar. Entonces todos debemos ser corresponsables, involucrarnos en la formación integral de niños y jóvenes estudiantes hasta su madurez.

Hoy la educación es la influencia ejercida por adultos a través de la instrucción, la disciplina y el desarrollo armonioso de las potencialidades del ser humano, es un proceso psico – físico, social que se inicia desde la concepción en el vientre de la madre, el nacimiento y concluye con la muerte. Por ello nosotros debemos dar dirección al desarrollo psico – físico y la adaptación al medio según ciertos valores e ideales locales y regionales.

Lo ideal es no dejar que las cosas ocurran al azar, sino hacer algo útil, aprender a organizar nuestras actividades, planificar, emplear el tiempo para tener éxito y lograr buenos hábitos, conduciéndonos bajo cronogramas, con fuerza de voluntad y responsabilidad.

Los docentes preocupados por los estudiantes aconsejamos desarrollar valores como: responsabilidad, sabiduría, solidaridad, honradez y otros, bajo los principios “ama quilla, ama llulla, ama suwa, suma qamaña” (no seas flojo, no seas mentiroso, no seas ladrón, y vivir bien).

Pero niños, niñas y adolescentes están expuestos a la ociosidad, a vicios como el consume de bebidas alcoholicas. Cuando el alcoholismo seduce, se embriagan y destruyen, ¡qué terribles son las consecuencias de este mal! Las bebidas alcohólicas arrastran a sus víctimas al vicio, muchos jóvenes, adultos y aun niños han caído en su trampa. Sabemos que cuando la persona está ebria pierde el control de sí mismo y no se da cuenta de lo que hace y dice. En consecuencia, por dicho mal ocurren asesinatos, suicidios, accidentes trágicos, agresiones sexuales, maltratos, peleas y otras atrocidades.

Para no incurrir en ociosidad y alcoholismo, nuestras autoridades deben controlar, hacer seguimiento y concientizar a la ciudadanía. Bares, restaurantes, karaokes, locales de fiestas y otros están, en muchos casos, a pocos metros de Unidades Educativas, aunque deberían estar por lo menos a 200 metros de distancia, pero nadie hace cumplir las normas establecidas.