Cuatro policías van a Cantumarca por sustracción de prenda aduanera

Este último fin de semana, el Juez Cautelar 3ro. en lo Penal de Potosí decidió enviar al Centro de Rehabilitación de Santo Domingo de Cantumarca a cuatro policías del Batallón de Seguridad Física Privada acusados por la Aduana Nacional y el Ministerio Público en un caso de sustracción de prenda aduanera ocurrido en diciembre, se informó ayer en la Aduana Nacional de Bolivia (ANB).

La determinación contra los funcionarios fue argumentada en base a la imputación del fiscal, Marco A. Rivadeneira por la comisión del delito de sustracción de prenda aduanera.

En diciembre, el Administrador de Aduana Interior Potosí Elvy Mario Flores hizo conocer al Fiscal adscrito a la Aduana, las Actas de Intervención por la comisión del delito de sustracción de prenda aduanera asignadas con los números GRPTS-C-72/2011 y GRPTS-C-73/2011 de 5 de diciembre de 2011.

El funcionario del Ministerio Público en conocimiento de los hechos y de conformidad al artículo 174 del Código de Procedimiento Penal dispuso se realice el registro del lugar, acto en el que se pudo evidenciar que el o los autores ingresaron por el techo del galpón, quitando con violencia los tornillos que sujetaban las calaminas.

El 12 de enero de 2012, el Fiscal procedió a ejecutar mandamientos de allanamiento a los domicilios de tres de las cuatro personas sospechosas de ser autores del hecho, donde se encontraron algunas mercancías sustraídas.

Ante las evidencias el Fiscal procedió a ordenar la aprehensión de los cuatro efectivos policiales del Batallón de Seguridad Física Privada.

El 12 de enero, uno de los policías a momento de prestar su declaración informativa dijo que en una ocasión cuando cumplía servicio de seguridad en la Aduana Interior, vio cómo su pareja al promediar las 18:00, sacaba un monitor y una caja verde.

También señaló que conoció la mujer hizo algo similar con otro de los policías y que en otro turno se perdieron impresoras y otras cosas más.

Reconoció también que trasladó una impresora y uno de sus colegas un monitor, sin embargo aclaró que no desde el galpón, sino, afuera del recinto aduanero hacia un taxi.

Recordó que en un relevo señaló a sus compañeros como autores de los hechos, sin embargo ellos le amenazaron indicando que “era mejor que no hable, caso contrario lo iban a arruinar”.