Sucre.- No tenían ni para cubrir las atenciones odontológicas de los niños y adolescentes. A ese grado de carencia llegaron el año pasado algunos centros de acogida en Sucre. La Defensoría del Pueblo constató, además, limitaciones en personal e infraestructura en casi todos los centros de acogida, donde realizó una verificación.
El Hogar Sucre, por ejemplo, no podía ofrecer una atención odontológica integral porque el presupuesto que le asignaron sólo alcanzaba para realizar “curaciones básicas”, no así tratamientos más complejos.
Algo peor ocurría en el Hogar Jesús de Nazareth, donde la visita del odontólogo se realizaba en la mañana, justo en el horario en que los niños pasaban clases.
En sus conclusiones generales, la Defensoría también detectó que no se cuenta con equipos técnicos completos para cada centro, sino que, por el contrario, hay un equipo multidisciplinario (médico, odontólogo, psicóloga) itinerante.
Asimismo, el personal destinado a la atención de niños, niñas y adolescentes no goza de estabilidad laboral, ya que se encuentra bajo la modalidad de contrato.
Sólo una mínima parte del personal cuenta con un ítem. Los contratos temporales no permiten estabilidad laboral, gozar de derechos de vacación y aguinaldo para el empleado, menos, garantizar eficiencia, eficacia, responsabilidad, dedicación, compromiso, profesionalidad en el trabajo con niños y niñas de hogares, que demanda un alto compromiso moral, social, emocional y responsabilidad de parte de los responsables y educadores.
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