Vuelve a la pantalla grande
El clásico de Disney, La Bella y la Bestia, regresa a los cines en formato Disney 3D, tras casi 20 años sin haberse visto en pantalla grande.
ARGUMENTO
Localizada en un pintoresco pueblo de la Francia del siglo XVIII, la película sigue las aventuras de Bella, una brillante y guapa joven que utiliza la lectura como válvula de escape de su rutinaria vida. Cuando su padre es apresado en un misterioso castillo, Bella acude en su búsqueda y se presta a ocupar su lugar. El castillo es propiedad de una atormentada Bestia que, como Bella comprobará con el tiempo, resulta ser un joven príncipe bajo los efectos de un hechizo. Sólo cuando conozca el amor, el príncipe podrá volver a su verdadero cuerpo. Poco a poco, y gracias a la ayuda de los sirvientes de la Bestia, que han sido convertidos en objetos domésticos, Bella irá descubriendo que la belleza se esconde en el interior.
NOTA DE PRODUCCIÓN
Una obra maestra de la animación que, aún hoy, nos deslumbra con su prodigiosa técnica y nos emociona con una historia de amor que esconde un acertado mensaje de tolerancia. Una película que uno jamás se cansa de ver.
El filme presenta un comienzo que se convierte en un ejemplo perfecto de concisión narrativa. Así, en apenas unos minutos conocemos el porqué de la transformación del príncipe en una horrenda criatura, de igual modo que se nos muestra la personalidad de Bella a través de una fantástica canción. Posteriormente, cuando la joven le propone al primero vivir en su castillo a cambio de que libere a su padre, observamos cómo se produce un cambio en el agrio carácter de la bestia, explicándose esta evolución de una manera creíble.
Por otro lado, la película aborda con inteligencia un tema tan manido como la importancia de valorar a las personas no por su aspecto externo, sino tomando en consideración lo que de verdad esconden en su interior. Asimismo, mezcla con habilidad temáticas adultas con fragmentos claramente destinados al público infantil, existiendo un perfecto equilibro entre ambos y convirtiéndose así en un largometraje de agradable visionado para toda clase de espectadores. Respecto a su apartado técnico, resulta increíble lo bien que ha envejecido este largometraje, que incluye escenas tan memorables como la del baile de los dos protagonistas (la combinación de dibujos animados tradicionales con imágenes generadas por ordenador fue muy innovadora en su momento). "La bella y la bestia" es, en definitiva, un título intemporal que divierte y emociona.