En tres artículos anteriores analicé cómo se obtuvo un Decreto Ley que favorecía ampliamente al sector militar, por cuanto con el indicado decreto se construye, en primer lugar, para que sea una entidad completamente integral y autónoma y, segundo, disponer de una serie de medios para que sean creadas reservas para la subsistencia y sostenibilidad de la entidad que había sido creada gracias al Decreto Ley Nº 11.901 del año 1974, pero hoy no tiene la continuidad respectiva.
Sin embargo si revisamos el funcionamiento continuo de la entidad, vemos con gran asombro que poco a poco va camino a desaparecer; por una razón fundamental, las improvisaciones y la aplicación de normas fuera de la Ley, por el solo hecho de tener amplia imaginación y además que al ser parte de las Fuerzas Armadas del Estado, todo pasa desapercibido para quienes deben dar claridad a los temas tratados con personal técnico.
Ahora bien, ¿cuál será el futuro de COSSMIL?, en primer lugar, que se continúe perdiendo a la larga los regímenes que en el origen fueron parte de la entidad (ejemplo: Régimen de Pensiones); en segundo lugar, un caso demasiado delicado para el régimen de salud, insuficiencia de aportes y por ende mala atención; tercer lugar, disminución paulatina de las reservas, ya que hasta la fecha tienen mucha demora en el pago del Capital de Cesantía para quienes pasan a la jubilación y asimismo, falta de recursos para cubrir el Seguro de Vida Militar, los mismos que se cancela con mucho retraso, perjudicando o creando problemas a los interesados.
¿A qué se debe este problema?, los ingresos demasiado regulados y mínimos, por una sencilla razón: no existe crecimiento vegetativo, en comparación con otras entidades, (ejemplo: Policía boliviana, que en pocos años duplicó sus efectivos, y además todos son aportantes). En las FFAA, desde el primer estudio matemático de 1974, el número de activos aportantes se mantiene casi igual hasta la fecha, aunque automáticamente el número de jubilados en unos años igualará al número de los activos. Pero si analizamos el total de asegurados y beneficiarios, sólo tendremos mayor gasto en el régimen de salud, ya que en el sector pasivo aumenta sistemáticamente el nivel de gastos por atención, por razones naturales.
En el campo de la salud, COSSMIL en la ciudad de La Paz cuenta con un hospital que podría ser el primero en el tipo de atención, pero se utiliza un 25% de su capacidad o sea 120 camas. Originalmente se lo construyó para 400 camas, es decir que se tiene una capacidad ociosa del 75%. Este problema puede ocasionar que sea parte del sistema universal de salud, por falta de una visión respecto a dar funcionamiento en toda su capacidad.
En cuanto al régimen de largo plazo, ya me referí bastante al tema, sin embargo debo ser reiterativo respecto a los jubilados en el sistema de “reparto”, quienes están sujetos al tope de rentas dispuesto en gobiernos anteriores. Sin embargo por la tozudez de algunos directivos y por qué no decirlo, por la indecisión del Alto Mando Militar y la Junta Superior de Decisiones, no se recupera recursos aportados durante más de 13 años por los asegurados a la entidad. Este descuido o indecisión no permite nivelar las rentas, ya que a la fecha existen jubilados de “primera, segunda y seguramente de tercera clase, estas dos últimas de privilegiados”, esto se llama discriminación.
Debemos saber que las FFAA disponen de mucha responsabilidad en la continuidad de un gobierno, ya que se lo cataloga en todos los países de Latinoamérica como el termómetro de la política de un Estado, y su responsabilidad se centra especialmente en mantener la democracia en forma incólume. Siendo esto conocido por el Gobierno, debe tener la finalidad de que COSSMIL nuevamente sea una entidad completamente integral y autónoma, porque a la fecha corre el peligro de terminar con el origen del Decreto Ley Nº 11.901.
Con los demás regímenes sólo podemos decir que si se mantiene ese tipo de políticas sobre esa institución, se confirma los dichos criollos: “a oídos sordos no entran moscas” o “todo lo que dicen entra por un oído y sale por el otro”, por lo que puede haber una paulatina pérdida de autonomía e integralidad.
Por otra parte, en cuanto a los empleados civiles de la entidad, que se encuentran dentro de la Ley General del Trabajo y que sean parte del sistema laboral que maneja el Ministerio de Defensa, se pretende liquidarles los beneficios sociales a los cuales tienen derecho, para que sean funcionarios públicos. Esto significa que para cancelar los beneficios sociales se necesitaría mucho más que las actuales reservas que tiene COSSMIL, por lo tanto la entidad quedaría en cero.
Tal vez ahora se preocupen en forma concreta y reformen su sistema y manejo administrativo, comprometiéndose para que sea una entidad seria y respetar los principios de la Seguridad Social y especialmente retornar a la integración de su sistema de Seguro Social. Esto podría dar cierta tranquilidad a todos los asegurados, quienes tienen cierto conocimiento de la materia y deben luchar para que sea una realidad esta idea, porque a la fecha quienes son jóvenes o están en plena carrera sólo están seguros de su salario y no ven el futuro próximo y cuando recién recapacitarán para ver algunas verdades.
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