La política es ciencia y arte

A propósito de la “cumbre política” convocada por los actuales gobernantes, descontando las buenas intenciones y algunas actitudes interesantes de esos actores, el pueblo sin ser invitado les pregunta:

¿Por qué motivo han elegido el concepto y la línea “socialista o comunista” para el ciudadano boliviano, sin tener un conocimiento real del significado y los alcances de esas doctrinas? ¿Acaso no percibieron que el dogmatismo ideológico y la ceguera política sustentan el atraso de Bolivia? ¿Qué culpa tenemos, en especial los campesinos e indígenas bolivianos, de soportar esa farsa política propuesta por ustedes? A sabiendas de que el socialismo o comunismo es caduco hace 20 años, ¿qué los condujo a tomar semejante decisión en nombre de todo un pueblo?

Haciendo la vista gorda de lo anterior, continuamos con interrogantes:

¿Quiénes redactaron la Nueva Constitución Política del Estado Boliviano? ¿Por qué cambiaron el nombre de la República? ¿Qué entienden por dignidad, soberanía y democracia para un Estado y su pueblo? ¿Cuánto dinero han invertido en propaganda política durante los últimos siete años y de dónde proviene? ¿Qué entienden por nacionalización, confiscación o intervención de instituciones privadas, además de la indemnización que conlleva cada operación mencionada? ¿Por qué inventaron atentados contra mandatarios, por parte de “mercenarios”, “separatistas” y otros nominativos para atacar a la oposición? ¿Quiénes son los verdaderos culpables de los 79 asesinatos cometidos en el país? ¿Cuál es la realidad económica del Estado durante los últimos seis años?

Debemos conocer a cabalidad todo el manejo micro y macro económico de las finanzas públicas del Estado, o sea los ingresos por macro exportaciones, en particular de madera, castaña y oro, ingresos por créditos o donaciones de países no alineados y alineados con el socialismo Siglo XXI, ingresos provenientes de la recuperación de bienes del Estado, comercialización de coca, incautaciones al narcotráfico y otros actividades ilegales, inversiones y gastos de las empresas productivas, comerciales y de servicios que maneja el Estado, inversiones proyectadas y ejecutadas para infraestructura en general en territorio nacional, la verdadera inflación económica de los últimos seis años; mediante un informe de auditoría se debe conocer el estado financiero del Banco Central, en particular la deuda auténtica externa e interna comparada con las reservas internacionales…

Respondiendo a cabalidad a todas estas inquietudes del pueblo boliviano, podemos decir si nuestra economía está o no “blindada”.

Existen otras preguntas en relación con la corrupción, seguridad ciudadana, salud, educación, territorio, justicia, telecomunicaciones, transportes, ámbito militar, policial, etc.

Los actuales gobernantes han realizado distintas reuniones y cumbres partidarias, cuyas conclusiones fueron tres planes de gobierno, unas mil propuestas para vivir mejor y hace días prepararon numerosas leyes para ser aprobadas en la Asamblea Legislativa, todo ello fue divulgado a los cuatro vientos sin beneficio para nuestra sociedad.

Hace días una cumbre “política” (aunque luego se retractaron de haberla convocado) fue llevada a cabo para aclarar, establecer y plantear temas políticos relacionados con el acontecer del Estado. Si en la agenda de dicha reunión no había respuestas a los interrogantes planteados líneas arriba, entonces se justifica señalar el fracaso de dicha “cumbre”.

La política moderna es ciencia y arte y si no se posee esos conocimientos, los gobernantes muestran deficiencia en todos los niveles, deteriorando la imagen del ciudadano boliviano.

El autor es docente universitario

Almamor2003@hotmail.com