De las “pluri-perlitas” a la cumbre política

La tan mentada reunión cumbre plurinacional terminó envuelta entre las “pluri-perlitas”. Dijeron sin partidos políticos, sin la derecha neoliberal, y terminaron en una monotonía entre masistas.

Conviene señalar ¿quién puso la platita para que los movimientos sociales lleguen al evento y en dos ocasiones gocen del poder? Un evento, cualquiera sea su carácter, tiene que producir algo, y para producir se necesita gastar. El producto final de toda esa “reflexión colectiva”, en toda esa “autonomía orgánica”, en esa “libertad de pensamiento”, tomó por consenso la forma de 70 proyectos de ley a ser implementadas.

Pero recordemos que estos proyectos deben necesariamente pasar por la Asamblea. Nuestra pregunta es, ¿qué hacían y qué hacen los asambleístas? ¿Por qué esperan cumbres para que algún proyecto de Ley les caiga? La respuesta todos la conocen: no existe iniciativa, ni capacidad para presentar proyectos de Ley, salvo para legalizar el contrabando.

El producto de la cumbre es entonces un listado de “pluri-perlitas”, temas con deseos reprimidos, algunos nostálgicos; las posibilidades de realización son muy remotas. Ni el propio Morales está convencido de la consistencia y la coherencia de los planteamientos; además muchas propuestas son tan conocidas que parecen textos de manuales en desuso.

Lo esencial de las cumbres, con el estilo MAS, muestra la perdida de brújula en el ejercicio del poder. Primero Morales pidió auxilio a sus bases, pero éstas sólo repiten las instrucciones dadas por el gran Jefe.

Como no se logró un posicionamiento político e ideológico, ahora se convoca a la cumbre política. ¿Qué significa esta actitud del régimen? Pues Morales ha decidido ir de rodillas al cementerio en busca de los viejos partidos políticos. Morales golpea las puertas del sistema político neoliberal; recordemos que durante más de seis años, él no dejo ni un instante de tratar a esas organizaciones de delincuentes. ¿Por qué, ahora una cumbre con “delincuentes”? Se podría pensar que el “proceso de cambio” ha encontrado la comunidad de intereses con los partidos neoliberales: corrupción, soberbia, vende patrias, nepotismo, etc.

Para qué lo necesita si el MAS tiene más del 67 por ciento de apoyo de la población, más de dos tercios en la Asamblea. Este SOS es una confesión de la impotencia frente a problemas no resueltos. Al Gobierno de nada le sirven sus bases, sus asambleístas están dedicados a hacer negocios por cargos, y ascensos.

Ahora ¿dónde está la coherencia revolucionaria? ¿Dónde están los “sabios y los intelectuales” que leen miles de libros y tienen solución para todo? Mesa decía “gobernaré sin partidos” y terminó de turista en la Plaza Murillo; Morales decía “nada con los vende patrias y los neoliberales”, ahora comienza a pedir perdón a los neoliberales; entonces ¿dónde terminará? ¿Alguien puede agregar la respuesta?