Al finalizar su gestión en la Dirección de la Academia Boliviana de Historia Militar, Tomás Peña y Lillo admitió como académicos de Número a Pablo Michel y Marcelo Arduz Ruiz.
La ceremonia tuvo lugar en la sede de la institución, ubicada en la plaza Murillo, donde se reunió un importante número de académicos para compartir con los nuevos miembros.
La ceremonia de investidura fue también propicia para que el coronel Peña y Lillo presente un informe de gestión, en la que destacó la realización de 32 conferencias magistrales sobre aspectos históricos de la vida militar de Bolivia, especialmente relacionados con la Guerra del Chaco y la Guerra del Pacífico.
Asimismo, destacó que la Academia pudo sortear algunas dificultades de origen externo que no pudieron afectar la institucionalidad de la Academia, respaldada por el Decreto de Creación de hace 32 años y su funcionamiento en base a su Personería Jurídica y sus estatutos.