“Nadie respeta institucionalidad”

“El problema del transporte público, no es controlado porque nadie respeta la institucionalidad ya que ni las autoridades de Gobierno, municipales y Policía hacen respetar las normas por las que se debería regir este servicio”, señaló Fernando Untoja.

“No existe control, ni de las autoridades, ni de la Policía Boliviana, nadie respeta la institucionalidad, menos el servicio de transporte público”, dijo.

MAL SERVICIO

Sobre este tema, el analista se refirió a que “el transporte público brinda un pésimo servicio, desde la incomodidad que presentan sus vehículos, hasta el cobro excesivo de sus pasajes, también la falta de recorrido por sus rutas a determinadas horas de la noche”.

Dijo, que “para dar solución a esta situación, cada barrio debía solicitar las rutas y establecer convenios con los transportistas como se realiza en las grandes ciudades, pero en la ciudad de La Paz la falta de respeto prima.

POLICÍA BOLIVIANA

La institución de control, regulación y seguridad debiera ser la Policía Boliviana.

“ Al parecer hace mucho tiempo dejó de cumplir ese servicio, desde el momento que entregaron licencias de conducir a diestra y siniestra y no controlaron el transporte público; cuando éstos circulan con su música a todo volumen ocasionando contaminación acústica , por ejemplo, no ven cuando los choferes discuten con los ciudadanos, cuando tocan bocina, cuando no respetan las reglas del transporte”, dijo.

“Es lamentable pero cierto que el que paga tiene la licencia y a través de sus sindicatos el trámite es mucho más flexible e inmediato, cosa que antes no había; esto está creando caos, social y económico”, señaló.

VULNERACIÓN DE LA LEY

El transporte público en La Paz vulnera por lo menos tres leyes. La de Tránsito, al efectuar variaciones dentro de los vehículos, como por ejemplo los minibuses que alteran la estructura de éstos para dejar ingresar más pasajeros o los trufis llevando “un quinto pasajero”. Los microbuses estando con pasajeros cargan gasolina.

La Ley del Medioambiente también es afectada con la constante contaminación e vehículos viejos, la contaminación de la acústica por gritos de voceadores o música al interior de los motorizados.

También se afecta la libre transitabilidad de las personas (Constitución Política del Estado), cuando no se respetan rutas y se desaloja de los vehículos a personas que no llegaron a su ruta.

RUTAS NO SON SERIAS

Las rutas que son establecidas por los mismos sindicatos y las Juntas vecinales, no se respetan y solo crean manifestaciones como la que vivimos el pasado viernes en la zona Sur.

“Los choferes paran en media calle, no llegan a sus rutas, no respetan los semáforos, menos a las cebras, solo crean molestia transformada en manifestación.”, dijo el analista.

NEGOCIACIÓN CON LA ALCALDÍA

En tanto, el alcalde Luis Revilla y la dirigencia de la Central Única de Transporte Urbano Público de La Paz (CUTUP) acordaron revisar el proyecto de Ley Municipal de Tránsito y Transporte Urbano a partir del lunes 30 de enero, desde las 15:00, informó la propia autoridad edil.

“Ha habido algunos aspectos de observación de parte de los transportistas que hay que revisarlos en detalle, hay que ver si estas observaciones que tienen están sustentadas y eso implica un trabajo en un taller, en una reunión donde revisemos los artículos, incisos y de esta manera podamos apurar la probación del proyecto de Ley, adicionalmente a partir de ese día se seguirán tratando paulatinamente los otros temas que son de preocupación del transporte”, dijo la Autoridad.

CUTUP

Por su parte el dirigente de la CUTUP, Gonzalo Millares, informó que las medidas de presión quedaron en cuarto intermedio hasta concluir el diálogo con la Alcaldía.

“Nosotros informaremos en un ampliado los avances con la Ley. Sí, ahora va a salir con el consenso con el sector del autotransporte (…) trabajaremos en lo administrativo, operativo y sancionatorio”, dijo Millares.