Lo que no debemos callar
En el preámbulo de la Nueva Constitución Política del Estado, que no fue obra de una real Asamblea Constituyente, sino del Poder Legislativo de febrero del 2009, que desconoció lo resuelto el 14 de diciembre del 2007 por los Constituyentes en la capital de la República de Bolivia, se dice: “Nosotros, mujeres y hombres, a través de la Asamblea Constituyente y con el poder originario del pueblo, manifestamos nuestro compromiso con la unidad e integridad del país”. Unidad e integridad que simplemente quedó como declaración abstracta, así lo demuestran los hechos.
Al cumplirse el segundo año de la constitución del Estado Plurinacional (no construcción), pero también reconociendo que Bolivia es una Nación (Art. 3 de la CPE) y una República (Art. 11 de la CPE), en este 22 de enero de 2012, el presidente Evo Morales tiene la obligación de rendir cuentas al pueblo boliviano sobre su gestión y en su segundo mandato constitucional, porque así lo previene el Art. 172-12) de la Constitución Política.
Es en este marco legal pedimos a S.E. un informe sincero, real y ético sobre su gestión, tal como anticiparon los movimientos sociales reunidos en lo que el Gobierno denominó “cumbre social”, donde grupos progubernamentales reconocieron una serie de errores en los que habrían incurrido quienes tienen el poder total en sus manos, aunque refieren que serían simples debilidades.
Lo cierto es que el balance de ambas gestiones (del 2006 al 2010 y del 2010 al 2012) nos arroja déficit que nadie puede negar, pero que lo correcto es identificar en qué consiste aquel déficit gubernamental que dice muy mal de las dos gestiones:
I.- Se habló de nacionalización de los hidrocarburos, cuando la realidad es que simplemente fue una readecuación de los contratos petroleros en el marco de la Ley de Hidrocarburos Nº 3.058, y una modificación en la participación tributaria y las regalías correspondientes. Nacionalizar significa la ocupación total e inmediata del bien de propiedad estatal que se encontraba en poder de un tercero, acción que posteriormente puede determinar el reconocimiento o no de una indemnización. Esto no se ha dado en realidad, entonces aquel mensaje que seguramente hoy será repetido por S.E., no es más que una falacia.
II.- Como corolario de aquella falacia, no se produjo la industrialización de los hidrocarburos, al extremo de que continuamos importando diesel oil y gasolina, con detrimento del erario nacional por la subvención que superará fácilmente los mil millones de dólares americanos, habida cuenta de aquella Ley 133 de 8 de junio de 2010 que autorizó la denominada nacionalización de mas de cien mil vehículos usados, de manera que será imposible un nuevo “gasolinazo”.
III.- Los porcentajes emitidos por el Ministerio de Economía y Finanzas, en cuanto a la supuesta tendencia decreciente de la pobreza, así como a la inflación y el déficit fiscal, ingresan simplemente en “idealismo”, no en la realidad, pues la pobreza continúa, pudiendo llegar a niveles alarmantes la extrema pobreza, cuando la lucha contra el narcotráfico sea eficiente y bajen las cotizaciones de los minerales, porque si bien en este momento la macroeconomía es buena debido al fenómeno de las exportaciones de materias primas, seguramente no lo será en el futuro, lo que incidirá además en el crecimiento de la inflación y un mayor déficit fiscal.
IV.- La estrategia de convocar a los partidos políticos debidamente acreditados en el escenario nacional, por la creencia de que con ellos se podría subsanar esos errores, no tuvo éxito, porque los resultados de la denominada “cumbre social” han sido alarmantemente pobres, debido a lo que los mismos masistas definen como la presencia en la estructura del gobierno de los denominados “advenedizos”, que nada positivo estarían aportando al proceso de cambio.
V.- El crecimiento de la burocracia que, por lo demás, no tiene idea de la gestión pública y de ahí los errores en los que se encuentra incurriendo el Gobierno. Tales conductas están llevando al colapso a la administración pública, lo que todo boliviano viene sufriendo en carne propia.
VI.- Socarronamente se dice que Bolivia está en un proceso de industrialización del hierro, de los minerales, del litio, etc., cuando tanto YPFB como la JINDAL se encuentran en incertidumbre en cuanto a la producción de gas, aspecto que ya fue observado por expertos en la materia, concluyendo en consecuencia que no existe tal industrialización, ¿de qué?, de nada.
Este debe ser el informe que debemos conocer los bolivianos de parte de S.E.
(El ejercicio del poder corrompe y su sometimiento degrada).
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