No se debe esperar mucho de informe presidencial

El informe presidencial que será pronunciado hoy por el presidente Evo Morales, en la celebración del segundo año de su segundo mandato dentro del Estado Plurinacional, no causa mayor interés en analistas políticos, tras las palabras vertidas en la víspera en acto desarrollado en Tiwanaku.

Para la politóloga Jimena Costa, el mandatario está acostumbrado a emitir discursos sobre el denominado proceso de cambio, aunque con poca honestidad, sin reconocer su forma de hacer política ni los errores cometidos como la represión a los indígenas, el manejo de la economía o la persecución política.

“No van a poder reconocer la verdad de sus acciones que contradice el verdadero proceso de cambio, por lo tanto no se debe esperar mucho del informe presidencial, porque el mismo no reflejará con sinceridad el enfoque de postergación en temas internacionales como reivindicación marítima, economía, seguridad ciudadana y narcotráfico”, manifestó.

MORALES EN TIWANAKU

El mandatario comenzó ayer con los actos de celebración del segundo año de vigencia del denominado Estado plurinacional, que supuso el cambio de normativas para dar funcionalidad a la Constitución Política del Estado (CPE). Se produjo cambios de nombres y símbolos en la estructura estatal, además de destacar la inclusión y participación de sectores campesinos y corporativos como no se veía en anteriores gobiernos.

Morales dijo en Tiwanaku que el proceso de cambio es irreversible y conminó a los pobladores a trabajar por el país desde las comunidades.

Los actos protocolares previstos para hoy incluyen una celebración de ritual andino en plaza Murillo en horas de la mañana, luego la instalación de la Asamblea Legislativa, donde se dará lectura al discurso del vicepresidente Alvaro García Linera y posteriormente el mensaje a la nación por el mandatario.

RÉPLICA DE DISCURSO

Según la analista, las palabras del mandatario serán una réplica del año pasado o el discurso de agosto cuando identificó cuatro problemas que afectan al Estado, aunque a la fecha ninguna de las políticas públicas ha tratado de resolver esos problemas como contrabando, narcotráfico, inseguridad y corrupción.

“Por el contrario, se han legalizado alguno de ellos, como es el caso de los vehículos indocumentados o chutos, el incremento de los casos de narcotráfico en sectores que deberían continuar siendo protegidos como el Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS), es decir, es sólo discurso que en la práctica no resuelven nada”, explicó.