Buenos Aires, (EFE).- La presidenta argentina, Cristina Fernández, retornó ayer a sus funciones con un acto público en el que renovó sus reclamos al Reino Unido para que acepte negociar la soberanía de las islas Malvinas y cuestionó a las petroleras por el descenso en la producción local de combustibles.
Con una herida visible en su cuello por la intervención quirúrgica, Fernández encabezó el acto en un salón colmado de la sede del Gobierno, luego de la licencia médica de veinte días que tomó por una operación de tiroides en un hospital bonaerense, a raíz de un diagnóstico inicial de cáncer que finalmente fue descartado.
“En ese mundo del revés escuché (durante la licencia) que nos trataban de colonialistas a nosotros, los argentinos. Uno siempre tiene la tentación de contestar, pero hay que evitarlo. Cuando se dicen estas cosas es porque no se tienen razones ni argumentos”, manifestó la mandataria en clara referencia a las recientes declaraciones del primer ministro británico, David Cameron.
La jefa de Estado afirmó que el Gobierno seguirá “con mucha rigurosidad política, jurídica y diplomática” en su reclamo de soberanía al Reino Unido, país con el que Argentina libró en 1982 una guerra, de la que este año se cumplen 30 años.