Ferias de ilusiones

Este 24 de febrero a las 12:00 horas se dio inicio a la nueva Feria de Alasita, una ocasión en la que se lucen las habilidades en miniatura de nuestros artesanos, destinadas a ser adquiridas por miles de personas, para llenar ese afán de ilusión que todos tenemos. Los jóvenes que estudian adquieren sus títulos de técnicos, de profesionales, de postgrados distintos. Las del sexo femenino adquieren los gallos multicolores, ahora en distintos formatos para satisfacer la aspiración de un enamorado o un futuro esposo. La mayoría, por supuesto, adquiere billetitos de euros, dólares y bolivianos de diferentes denominaciones, los cuales esperamos se reproduzcan en la realidad para adquirir todo lo que deseamos.

El ekeko, con su gorro, su poncho, cargado de bienes, es el dios de la abundancia que nos permite visualizar todo lo que deseamos en la vida.

La Feria ya se reproduce en otras ciudades del país, así como en los capitales de las principales ciudades del mundo adonde se han dirigido millares de bolivianos que no han logrado concretar sus ilusiones, la costumbre persiste. Las ilusiones son parte de la psiquis humana que busca materializar en estos pequeños objetos que desea se reproduzcan en la realidad. Según muchos miles de personas, sus deseos evidentemente se han convertido en realidad, para otros miles, esos deseos siguen siendo meras ilusiones.

Pero en los últimos meses, otros vendedores de ilusiones han reproducido en otra Feria, denominada “cumbre social”, los deseos de centenares de ciudadanos para que el país cambie. Para que el país se desarrolle. Los resultados: 600 recomendaciones y 70 proyectos de leyes, pese a que la experiencia reciente nos enseña que, desde el propio Ejecutivo éstas se las desconoce o no se las aplica, según sea los intereses de aquellos que ordenan su aplicación. Las leyes suponen otras meras ilusiones.

Entre algunas recomendaciones específicas: reformulación en el uso directo de los recursos del IDH, para fortalecer a YPFB -la teta que alimenta al país-. Otro para que esta fuente de recursos sirva para fortalecer proyectos de desarrollo productivo, cuando lo inteligente sería facilitar la inversión privada interna y externa, para desarrollar los sectores estratégicos: hidrocarburos, minería y producción de alimentos y utilizar los recursos públicos para las tareas de orden público. Otra de las ilusiones planteadas: mejorar la seguridad pública, ya que ésta se convierte en un serio problema para la ciudadanía.

La convocatoria a la siguiente Feria de Ilusiones, denominada convocatoria a los partidos políticos, falló por la ausencia de los principales actores, aunque estuvieron algunos “zombies”, listos para la foto.

Personalmente, como seguramente miles de ciudadanos, me plantearía una sola ilusión: de que los ministerios con funciones específicas, como el de Planificación del Desarrollo, Desarrollo Productivo, Gobierno, Educación, Salud y los otros cumplan adecuadamente sus funciones. Ya que son ellos los encargados de lograr que los mecanismos estatales en los tres niveles: central, meso y municipal sirvan a las necesidades de todos los ciudadanos para lograr lo que tanto se plantea, el CAMBIO, para reducir la pobreza, generar empleo e ingresos para vivir mejor.