Llega a Bolivia la película noruega de fantasía “Trols”

La distribuidora Londra Films P&D, dirigida por Gerardo Guerra, estrenó ayer en las salas del Multicine y Megacenter de La Paz; Cine Center, Cines Bella Vista de Santa Cruz; y Cine Center de Cochabamba la producción noruega “Trols” dirigida por André Ovredal.

Bolivia es el primer país latino después de México en el que se estrena esta película inserta en el género fantástico, la cual apuesta por el registro del falso documental y humor, bajo la premisa de recuperar a las criaturas de la mitología escandinava.

Su paso por diversos festivales norteamericanos ha hecho que esta producción, que ha sido considerada como una película de culto, adquiera cierta popularidad en Internet, haciéndola objeto de críticas positivas alrededor del mundo.

La película a pesar de no contar con un presupuesto similar al manejado en Hollywood en cintas similares, presta especial cuidado al aspecto visual, contando con espectaculares efectos especiales para recrear a los trols.

El reparto además está conformado por un elenco mixto de actores no conocidos, quienes le brindan realismo a la propuesta, y comediantes noruegos de renombre.

PELÍCULA

La película de Andre Ovredal “Trols hunter” (Trolljegeren, 2010) se apunta a la moda delmockumentary para narrar la historia de un grupo de estudiantes que realiza un trabajo en video acerca de la caza de osos en Noruega y que, por casualidad, acaba descubriendo a una organización secreta del gobierno que conoce la existencia de troles en el país y se dedica a exterminarlos y a encubrir sus acciones para mantenerlos alejados de la población.

El filme, de apenas una hora y media, aprovecha todo el potencial de realismo que le permite el uso de la cámara en mano con la excusa del falso documental, resultando mucho más efectiva en las escenas boscosas y oscuras de huidas y persecuciones que en las entrevistas y charlas que los personajes tienen entre ellos, mucho más impostadas y socorridas a la hora de poder explicar qué es lo que sucede.

Además, y como ha venido ocurriendo con otros filmes recientes de género de las mismas latitudes, la propuesta ofrece a los cinéfilos un cierto sentido del humor.

En la cinta los personajes van tratando de averiguar al mismo tiempo que el público cuantas de las cosas que han oído sobre los troles son ciertas y cuales no, resultando especialmente divertidas aquellas situaciones en las que podemos ver, y no solo escuchar de labios del cazador profesional, lo que hay de mito y lo que hay de cierto en todo el asunto.

Un aspecto argumental especialmente llamativo y que es utilizado en la película como excusa para algunos aspectos divertidos, es la particularidad de que estos troles huelen a aquellos que creen en Dios o son cristianos y los persiguen para devorarlos. Esto, lejos de ser una invención absoluta de los guionistas de la película bebe de la propia historia y folklore escandinavo.

Aunque el panteón nórdico contaba con Thor para deshacerse de los troles a golpe de martillo (el hierro era un arma contra ellos), a los cristianos parecía bastarles un crucifijo o incluso el sonido de las campanas de una iglesia para conseguir el mismo efecto (y todo ello por supuesto sin renunciar a la consabida luz solar que siempre ha sido el mayor enemigo de estas criaturas).

Tal vez en la desaparición de la mitología clásica y en la expansión del cristianismo por toda Europa esta sea la razón por la que los troles que quedan allí (según la película, por supuesto) parecen odiar a muerte a los cristianos devotos hasta el punto de haber desarrollado un olfato especialmente eficaz con el que detectarlos.