Los marchistas del Consejo Nacional Indígena del Sur (Conisur) llegaron ayer a la ciudad Sede de Gobierno en un ambiente de indiferencia de parte de la población paceña. Entretanto, el presidente Evo Morales, quien recibió a la caravana en Palacio, no planteó soluciones y pidió definir con la dirigencia de la Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia (Cidob) la modificación de la Ley Corta.
Durante la visita al Primer Mandatario, el cacique Mayor del Conisur, Gumersindo Pradel, ratificó la demanda de abrogar la Ley Corta 180, para construir la cuestionada carretera que une Villa Tunari y San Ignacio de Moxos en el departamento de Beni.
Al respecto, el analista Edwin Quiroz, refiriéndose a las movilizaciones de la Cidob y Conisur, dijo que ambas marchas no tuvieron el mismo recibimiento. En el primer caso, la solidaridad de la población fue espontánea luego de las limitaciones y represiones que sufrieron los marchistas; mientras que la última caravana vino con un discurso de confrontación, exigiendo anular la Ley 180.