El balón empieza a rodar

Cómo olvidar aquel día en el que recibimos nuestra primera camiseta y entramos a la cancha para correr detrás de un balón. La noche anterior casi no se duerme, tal vez la fantasía supere al sueño porque se imagina el gol anotado de larga distancia, el balón que infla la red, los abrazos de los compañeros de equipo y la sonrisa de los familiares y amigos en la tribuna.

Todos tuvimos ese partido soñado, ese día dorado, esa jornada inolvidable. Para ese partido nos preparamos de forma especial. No sabemos dónde habrá ido a parar el balón y esa vieja casaca que la atesoramos, hasta el día en que mamá envió al baúl tan precioso diamante.

Algo más o menos así sucedió con este partido que empieza a jugar Fernando “Turco” Berdeja y su equipo. Prepararon la indumentaria, inflaron el balón se recordaron la posición en la que jugará cada uno y sólo esperaban el pitazo del árbitro, el momento para mostrar este novedoso producto que apunta al contenido y la forma.

El Diario los recibe en su cancha y les brinda todos sus recursos, quiere que este equipo gane todos los días, que de las teclas de este equipo salgan las mejores notas, crónicas, reportajes y se marquen muchos goles, para que queden impresos en la biblioteca de nuestros lectores.

Un suplemento deportivo no es un añadido a un medio escrito, no es un apéndice al material cotidiano, es mucho más que eso, porque el lector común ve la primera página, quiere saber qué pasa en el país e inmediatamente después pasa a las páginas deportivas. Es que el deporte se ha convertido hace bastante tiempo en el fenómeno social inspirador, en el catalizador de pasiones y en el sector preferido por ellos y ellas.

El deporte ha pasado de ser una ocupación de tiempo libre, ahora es una inversión que hace la familia en aras de la prevención y entendiendo que la formación integral de la persona requiere de un “corpore sano” como mencionan los latinos. Gobiernos, entidades, analistas y deportólogos coinciden en que este bien social colabora en la autoestima de los pueblos, en la salud de los grupos y en la educación de las nuevas sociedades.

Desde un lugar privilegiado en la tribuna cruzo los dedos, hago barra, le brindo mi aliento, porque quiero que este equipo gane todos sus partidos. Le digo algo más que bienvenidos, les digo siéntanse en casa, siéntanse ganadores porque este partido está hecho a su medida.

Lic. Ernesto Murillo Estrada