Una marcha organizada por la Federación de Maestros de La Paz a cumplirse este miércoles podría dar inicio a un año conflictivo en la Educación, en el momento en que el Ministerio de Educación pretende iniciar el plan de aplicación de la Ley Avelino Siñani.
La malla curricular debería adecuarse a los principios filosóficos elaborados en la citada ley calificada por los representantes del magisterio como débil y sin el suficiente sustento para lograr los objetivos trazados por el Gobierno.
La Ley Avelino Siñani propone una educación unitaria, pública, universal, democrática, participativa, comunitaria, descolonizadora y de calidad; se propone fortalecer el funcionamiento de unidades educativas fiscales y gratuitas sostenidas por el Estado plurinacional.
Entre los objetivos centrales de esta ley se señala que esta educación es descolonizadora, liberadora, revolucionaria y anti-imperialista, despatriarcalizadora y transformadora de las estructuras económicas y sociales, orientada a la reafirmación cultural de las naciones y pueblos indígena originario campesinos, las comunidades interculturales y afrobolivianas en la construcción del Estado Plurinacional y vivir bien.
La nueva malla obligaría a la formación de nuevos maestros para el área técnica, la construcción de una nueva infraestructura y la dotación del material necesario para lograr el propósito anunciado.
Entre los nuevos horizontes que marca la ley se señala que es laica, pluralista y espiritual, de manera que implica la eliminación de la materia de religión y deja a la dirección de los colegios la orientación religiosa o espiritual. Por otro lado apunta al potenciamiento de los saberes, al conocimiento e idiomas de las naciones y pueblos indígena originario.
Muchos de los maestros formados en la asignatura de religión se verán sin trabajo o tendrán que limitar su radio de trabajo a los colegios del área católica, mientras en los colegios fiscales deberá definirse los contenidos de la formación espiritual, sin que los elementos a darse coincidan con los que actualmente se cumplen en las clases de filosofía.
La ley señala que se orienta a la producción intelectual y material y a la relación armónica de los sistemas de vida, de manera que los jóvenes luego de cursar los estudios de secundaria deberían poseer una habilidad técnica que se la obtendrá a la par de la formación humanística.
Al referirse a la formación de los profesores la ley indica que se pretende contar con profesionales críticos, reflexivos, autocríticos, propositivos, innovadores, investigadores, comprometidos con la democracia, las transformaciones sociales y la inclusión plena de todos los bolivianos, y para ello es necesaria la formación integral del maestro con un alto nivel académico. Para cumplir este propósito no se ha dado hasta el momento un trabajo conjunto y las autoridades de educación se han limitado a recibir las sugerencias de maestros de algunos establecimientos.
El ejecutivo del Magisterio urbano de La Paz, José Luis Álvrez descartó la vigencia en 2012 de la nueva Ley Educativa Avelino Siñani-Elizardo Pérez, debido a la “poca” socialización que tuvo.
Manifestó que los profesores en su mayoría desconocen la malla curricular y los cambios que se realizarán en la educación, resaltó que hubo una falta de información, “No se ha socializado la nueva malla curricular con los profesores, apenas un 5% del magisterio urbano asistió a las capacitaciones, hubo una falta de información”.
Al mismo tiempo comentó que sobre todo en los cambios que se realizarán al nivel secundario como es la capacitación técnica, los colegios no tienen ni el equipamiento, ni el presupuesto para llevar a cabo estos aprendizajes.
Aseguró que la implementación de la currícula no se dará de manera “traumática”, sino un proceso donde se implementarán de a poco los insumos y además no descartó las continuas capacitaciones a los maestros. “Van a seguir los talleres a través del Ministerio para poder hacer una cronograma de asesoramiento técnico pedagógico sobre todo para los directores” finalizó.
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