Álvarez califica la nueva ley como arbitraria y subjetiva

El dirigente de la Federación de Maestros de la Paz, José Luis Álvarez, calificó como retrograda, subjetiva y arbitraria la nueva malla curricular que el Ministerio de Educación pretende aplicar en el primer curso de primaria y secundaria.

Aparte de la falta de socialización suficiente, hecho que han reclamado en los últimos días los maestros, Álvarez criticó el hecho de que en la filosofía de la Ley Avelino Siñani parte de supuestos y con ello se pretende transformar la sociedad.

“Se parte de una cosmovisión andina y se quiere anular toda la formación previa y las formas de visión precapitalista y capitalista, pero se olvida de los conocimientos acumulados en los años previos por el estudiante”, expresó Álvarez.

A juicio de éste dirigente, las autoridades de Gobierno obran con criterio autoritario y abusivo imponiendo normas al margen de la comunidad de educadores, padres de familia y en desmedro de la población estudiantil. “No aceptan discutir estos temas y ese es su mayor error, justifican sus decisiones apelando a grupos a los que denominan movimientos sociales”.

Señaló que de acuerdo con la posición que asumió el Ministerio de Educación se parten de saberes empíricos impregnados de animismo, tal el caso de la explicación de la coca, prescindiendo de la composición química y sus efectos colaterales.

El dirigente expresó que no es partidario de desechar los valores occidentales, porque ello implicaría cerrar la visión de los estudiantes a un ámbito parcial , restando la posibilidad a los estudiantes de ver muchos temas con espíritu más universal.

El dirigente anunció que a partir de éste miércoles los maestros paceños, iniciarán las medidas de presión rechazando la aplicación de la Ley Avelino Siñani Elizardo Pérez 070.

A una semana del inicio de clases, recrudecen las críticas de los maestros contra la ley de educación Avelino Siñani – Elizardo Pérez y la nueva currícula de inminente aplicación.

Álvarez calificó la norma de “subjetiva y retrógrada”, porque pretende someter el conocimiento científico a un criterio totalmente animista, subordinado a la cosmovisión de los pueblos.

Según Álvarez, los pueblos originarios no han logrado un pleno desarrollo; sus saberes, por lo general, son precientíficos, y al no poder explicarlos a través de leyes, los cubren de animismo o espiritualidad. Someter el conocimiento científico a ese animismo supone retroceder dentro del campo científico.