Tratar bien a la mamá produce un destino impecable y de lo mejor

Como ya sabe nuestro querido lector o nuestra querida lectora las actitudes negativas así como los pensamientos negativos producen siempre efectos adversos y negativos también; cometer el error de tratar mal a la mamá produce efectos adversos y muy peligrosos para la persona que suele incurrir en este tipo de errores, el destino de las personas que maltratan a sus madres con insultos y abusos de toda clase suele llegar a ser muy triste, pobre y en pocas palabras, un fracaso total.

Aprender a tratar bien a nuestra madre no tiene nada que ver con algunas relaciones enfermizas entre madre e hijo en la cual el hijo no termina nunca de madurar y sigue siendo un “hijito de mamá” aunque en los hechos ya tenga canas y esté bordeando los síntomas de la vejez prematura; el caso que estamos tratando se refiere a la nobleza de carácter, a la inteligencia del espíritu y a la grandeza del corazón.

El trato agradecido que un hijo o una hija pueda ofrecer a su madre es la llave maestra para obtener la buena suerte, aparte de que ese mismo trato es un premio en sí pues una buena relación es el resultado de dos espíritus que con sinceridad se aman y se aprecian profundamente.

Siempre se puede mejorar cualquier forma de tratar que tengamos en nuestro “menú de tratos” y en esa mejora está la diferencia que consiste en la expresión de nuestra calidad personal, el amor siempre da muestras de lo que hay dentro de sí; el egoísmo o la hipocresía suele hacer lo mismo solo que lo que muestra es siempre engañoso, nunca dice la verdad y es por eso que las personas envidiosas o con hipocresía crónica se encubren con disfraces de cordero aparentando ser bondadosas y altamente religiosas; pero cuando se les ve la verdadera cara, se les ve su verdadero aspecto donde se descubre la verdad; todos tenemos una sabiduría natural que nos permite detectar a las personas hipócritas y eso no nos debe impedir que sigamos avanzando en la vida.

Se debe tratar bien no solo a nuestra madre y a nuestro padre, se debe tratar bien a todos, incluyendo a los “malitos” de la película porque el trato que damos a los demás es a la vez el mismo trato que recibiremos de los demás, nos conozcan o no.

“Solo las personas de calidad pueden diseñar y programar un trato mejorado y sincero”, solía decir un amigo mío en nuestras largas charlas de amistad de hace unos años atrás y creo que mi amigo tenía mucha razón, incluyendo un detalle muy importante: la gente sincera programa y mejora su trato hacia su prójimo con el interés de ayudar y de apoyar; las personas con hipocresía o envidia en su corazón no programan: perpetran o planifican tratos aparentemente sinceros manteniendo un garrote detrás de la espalda o tienen algún interés oculto y nada más; como podrá apreciar nuestro querido lector o nuestra querida lectora, el trato es una fuerza y depende de la persona, la sinceridad no tiene sustituto y la hipocresía es un fracaso disfrazado de éxito, nos vemos en el artículo que se publicará mañana.

Afirmación para escribir varias veces al día: “Me concentro en lo que quiero y la ley de atracción se encarga del resto”.

Nota importante: Los programas de cambio y mejoramiento de las conductas de seis días producen personas positivas y sensatas capaces de responsabilizarse de sus vidas y de sus estudios o de sus asuntos con las habilidades mentales y corporales que se aprenden.

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