Damnificados de Cotahuma pasan frío, penas y hambre

Las carpas son pequeñas, solo sirven para dos personas como máximo, sin embargo en cada una de ellas se refugia toda una familia.


LOS TRABAJOS DE ESTABILIZACIÓN SE AGILIZAN EN EL SECTOR DE LAS LOMAS, COTAHUMA.

Los damnificados del deslizamiento acecido en la madrugada del jueves pasado en el sector Las Lomas del macrodistrito Cotahuma afirmaron a EL DIARIO que “la primera noche bajo el refugio de carpas, la pasaron con frío, penas y hambre”, pese al apoyo del Municipio y del empresario Jorge Alanoca.

Una de las características lamentables es que en este grupo la mayoría son niños y menores de edad, por cuanto las incomodidades se acrecientan.

“Somos 50 personas evacuadas, 21 niños, 18 adultos y un adulto mayor; estamos totalmente desprotegidos por la inclemencia del tiempo” sostuvo Remedios Chambi, una de las personas que durmió en carpa.

CAMBIO DE VIDA

Aunque el Gobierno Municipal de La Paz prestó el respectivo apoyo a los refugiados con cobijo y alimentación, la mayoría de las personas afirman que “existen otros percances”.

Tanto el desayuno, como el almuerzo, té y cena son compartidos por el sistema de “Olla Común”, las familias realizan largas filas para recibir sus raciones, empero, el panorama que irradia esa acción es muy deprimente.

Las carpas son pequeñas, como para dos personas como máximo, sin embargo en cada una de estas se encuentra toda una familia, con pocos cobijos y algunas frazadas.

“El agua de la lluvia entró por los costados y remojó los cobijos, no pudimos dormir”, afirmó Karen Tapia, una niña que quiere volver a su casa.

La mayoría de los infantes no están debidamente abrigados y las pertenencias rescatadas se encuentran en medio de barro y escombros, aunque la gente trata de salvar todo lo que puede.

Carlos Siles, de igual manera indicó : “No somos abusivos, solo deseamos tener un lugar donde podamos ir a vivir con nuestras familias, sólo recuperar lo que teníamos, ni más ni menos”.

Algunos de los menores se encuentran resfriados y la baja de temperatura no contribuye al mejoramiento de su salud.

El terreno en que se encuentran las carpas es de tierra, por lo que es inevitable que los calzados de todos estén embarrados.

Una de las preocupaciones que tienen los padres es que solo restan unos días para el inicio de las clases por lo que piden una contribución como ropa cuadernos o mochilas para los chiquitos que lo perdieron todo.

ANTECEDENTES

Las familias que habitaban las casas que se derrumbaron fueron socorridas el jueves pasado y se encuentran en carpas en la planicie de Jichupalla.

El lamentable hecho se inició a horas 17:00 del pasado miércoles, cuando las personas que vivían en el lugar salieron apresuradamente por el movimiento de la tierra, salvando lo poco que se pudo, como algunas frazadas y mantas, luego del desmoronamiento, la Unidad de Riesgos se apersonó al lugar del deslizamiento para verificar los alcances del mismo y determinar las acciones pertinentes orientadas a evitar un mayor desastre.

Pese a que el derrumbe no afectó el embovedado del río, se realiza el trabajo de estabilización en el área.

Autoridades aclararon que tanto Alanoca como los once vecinos, no tenían autorización para asentarse dentro del terreno, ya que no es apto para vivir.

 
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