Enseñanzas del “modelo sueco”

Cada vez que en Latinoamérica se busca mejorar la protección social y disminuir la brecha social, los líderes políticos ponen como ejemplo el “modelo sueco”. Los avances sociales logrados en más de 60 años de gobiernos socialdemócratas -financiados no muy justificadamente desde un punto de vista moral- han quedado en la memoria de los dirigentes.

Todavía hoy, comparando la situación de Suecia con la de muchos países latinoamericanos, ese puede parecer un modelo a imitar. Pero las enseñanzas de ese modelo no pueden ser anacrónicas, no se puede comparar la situación latinoamericana de hoy con el modelo social de los europeos de los años 60 al 90, ni se puede obviar qué transformaciones ha recibido ese modelo y cómo ha afectado a los propios suecos.

Los líderes locales coinciden cada vez más en que el desarrollo y la igualdad social no se los puede medir sólo con el crecimiento de la riqueza social, sino que se debe cada vez más a disminuir las diferencias sociales.

También se olvida que desde el ingreso a la Unión Europea, Suecia ha debido ceder en muchas de sus redes de protección social y laboral, abrir mercados y permitir la competencia de empresas y mano de obra barata de otros países.

El Partido Conservador (Moderado en sueco) y autodenominado “el nuevo partido de los trabajadores” ganó dos elecciones con la sencilla promesa de bajar impuestos para que cada ciudadano tuviera más en su billetera para gastar, y para ello, deshacerse de empresas del Estado o tercerizar servicios.

Esa política está mostrando ahora algunos resultados que el ministro conservador de Economía, Anders Borg, consideró como “preocupantes”.

Una investigación del Instituto Nacional de Estadísticas, demostró que la rebaja de impuestos y lo de más dinero en las billeteras, logró aumentar la brecha entre los hogares de mayores ingresos y los más bajos.

El 10% de la población con mayores ingresos, recibió aumentos del 23%, mientras que el 10% de ingresos menores, perdió 5,5% de los mismos, entre 2005 y 2010.

Un estudio anterior realizada por una cámara empresarial demostró que en los últimos 30 años, el aumento de ingresos provino fundamentalmente de la venta de viviendas, o ganancias de comercios y de operaciones de Bolsa.

Destacaba además que en la sociedad se hacía más evidente que el origen familiar explicaba después en la edad adulta, en qué parte de la torta de los ingresos se aterrizaba. En pocas palabras, las diferencias de clase determinaban los ingresos.

El informe de los empresarios advertía además que un aumento de la brecha social tendría consecuencias políticas y sociales.

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