No más de lo mismo

Estamos a punto de comenzar nuestra participación en una nueva versión de La Copa Libertadores de América, un torneo que desde hace muchos años atrás nos provoca mas dolores de cabeza que satisfacciones.

El problema, lo quiero manifestar de una manera tranquila, no está en la preparación física de los equipos nacionales, ni siquiera en jugar de local o visitante; pasa fundamentalmente por lo mental, allí es donde tenemos el mayor déficit. Estamos acostumbrados a ver el futuro con escasa visión de vencedores. Cuando para los bolivianos arranca la copa, pensamos desesperadamente en superar la primera fase, el disputar la segunda fase ya cumple la meta, cuando los otros participantes entran en competencia con las ganas de llevarse el título, donde el ánimo, las posturas y las visiones son diferentes. La idea para el resto es competir no sólo participar.

Sé que el ideal del deportista es el planteamiento que hizo el Barón Pierre de Coubertin creador de los modernos juegos Olímpicos, quién sostuvo que lo fundamental es competir, no ganar. Algo que los bolivianos seguimos muy al pie de la letra; estamos cansados que nuestras participaciones internacionales sean desde hace más de una década mediocres y sin esperanza alguna. Que me disculpen quienes asumen y abrazan el pensamiento del Barón francés.

Seguimos incrédulos viendo lo bueno, bonito, veloz, vistoso del fútbol Venezolano sin asumir que este tipo de crecimiento es resultado de arduo trabajo y perfecta organización en una especie de refundación y cirugía de alto riesgo en las bases de un fútbol que estaba evidentemente mucho peor que el nuestro. No es tarea sencilla, pero recordemos que no hay imposibles sino hombres incapaces y aquí aludo a quienes tienen el poder de cambiar esta historia y no les da la gana de patear el tablero.

El director técnico de Bolívar, el profesor Hoyos comentaba antes de partir a Chile y luego de meterle cinco a Blooming que no deja de ser una desventaja para los Bolivianos el manejar sólo tres refuerzos extranjeros cuando de pronto los rivales de los equipos nacionales pueden contratar el doble, nos suena a excusa.

El jueves debuta Bolívar con la U. católica, después The Strongest con el Santos; Real Potosí no pudo con el Flamengo de Ronaldinho y festejamos que los brasileños no nos golearon… en fin.

Desde lo más profundo de nuestros sentimientos futboleros deseamos que cualquiera de los bolivianos lleguen lo más lejos posible para no sentirnos defraudados una vez más.

TURCO BERDEJA