Washington, (EFE).- Estados Unidos cerró ayer su Embajada en Damasco y retiró a todo su personal diplomático en Siria por motivos de seguridad, mientras el presidente Barack Obama aún confía en una solución política a la crisis en ese país, pese al fracaso de una resolución de condena al régimen en la ONU.
“Hemos suspendido nuestra presencia diplomática en Damasco, no hemos roto las relaciones diplomáticas”, aclaró en su rueda de prensa diaria la portavoz del Departamento de Estado, Victoria Nuland.
Antes de salir de Damasco, el embajador estadounidense en Siria, Robert Ford, se reunió con el ministro sirio de Exteriores, Walid al Mualem, para informarle de la decisión de “suspender” la actividad de la Embajada, que para Estados Unidos “no está suficientemente protegida” ante un posible ataque armado.
El Gobierno estadounidense llevaba semanas reiterando sus “serias preocupaciones” por la seguridad de su personal en Siria, sobre todo a raíz de los atentados con coches bomba en Damasco del 23 de diciembre y el 6 de enero.
De hecho, el pasado 20 de enero EEUU ya había advertido a Siria que cerraría su Embajada en Damasco si el Gobierno de Bachar Al Asad no tomaba medidas para garantizar la seguridad de su personal diplomático.
La situación en Siria, y particularmente en Damasco, “es cada vez más preocupante” y el régimen de Asad “ha perdido el control”, subrayó ayer Nuland.
En octubre pasado, el embajador Ford, que despertó la ira del régimen sirio al viajar al bastión rebelde de Homs meses después del inicio de las protestas, ya había sido llamado a consultas por los temores sobre su seguridad personal, pero regresó a Damasco en diciembre.
Ford seguirá “su diálogo con el pueblo sirio” a través de Twitter y Facebook, mientras que Polonia aceptó encargarse temporalmente de prestar apoyo consular a los estadounidenses que continúan en el país árabe, señaló la portavoz.
La violencia se ha incrementado en los últimos días, especialmente en Homs, uno de los bastiones de la oposición siria y donde el pasado viernes fuerzas leales al régimen perpetraron una matanza que dejó entre 147 y 260 fallecidos, según distintas fuentes opositoras.
Homs volvió a ser ayer objeto de intensos bombardeos por parte del Ejército sirio en los que al menos 57 personas murieron, de acuerdo con el grupo opositor Comisión General de la Revolución Siria.
Desde que comenzó la revuelta contra el régimen en marzo pasado más de 5.000 personas han perdido la vida por la represión gubernamental, según datos de la ONU, aunque los opositores señalan que las víctimas mortales superan las 7.000.
Portada de HOY |
Editorial |
Portada Deportes |
Caricatura |
1 Dólar: | 6.96 Bs. |
1 Euro: | 8.99 Bs. |
1 UFV: | 1.73091 Bs. |
Impunidad |