En este primer día de clases en un operativo sorpresa, la Intendencia Municipal y el Servicio Departamental de Salud (Sedes), decomisaron cientos de alimentos en mal estado que iban a ser ofrecidos a los niños de diferentes unidades educativas.
Papas fritas, pipocas, dulces, chicles, gaseosas, chocolates, jugos, galletas, cereales, salteñas, jigote, pollo, papa cocida, sándwiches, entre muchos otros, fueron incautados en el operativo de control de calidad de los alimentos.
En la inspección se pudo evidenciar que la administración de los centros educativos desconocen los alimentos que se expenden a los niños, así como la manipulación de los alimentos siendo que los kioscos en muchos de los casos se encuentran en concesión.
El responsable de la Intendencia Municipal, manifestó que a partir de hoy (ayer) las instancias de control realizarán operativos a todas las unidades educativas y colegios particulares, con el objetivo de precautelar la salud de los niños que son los principales consumidores de estos alimentos.
En caso de que el colegio sea fiscal, se puede realizar la clausura definitiva, si este centro educativo es particular se procede a la notificación del mismo.
RECOMENDACIONES
Ambas autoridades manifestaron que para identificar que un producto está apto para su consumo, se deberá enseñar a los niños a que éstos observen la fecha de vencimiento que tienen las etiquetas, asimismo es mejor mandar la merienda desde la casa para evitar enfermedades de infección en el estómago de los menores de edad.
Asimismo, la directora del Centro de Vigilancia y Control Sanitario departamental del Sedes, Meily Vega, explicó que en el operativo se encontraron alarmantes cantidades de productos vencidos y en mal estado.
Fueron seis colegios que se verificaron en este operativo, American School, Santísima Trinidad, Natalia Palacios, Colegio Nacional Lui Alberto Pabón, Unidad Educativa Antonio Díaz Villamil, Unidad Educativa Nuestra Señora de La Paz.
MATERIAL ESCOLAR
El intendente Municipal, Mauricio Ruiz, informó que también se procedió al decomiso de 2.300 cajas de colores y marcadores en puestos de la Tablada, Buenos Aires, Max Paredes y Tumusla por contener plomo y ser productos falsificados de la marca Faber Castell.
“Ante la denuncia de la venta de lápices de colores y marcadores falsificados de la empresa Faber Castell, este fin de semana, decomisamos 2.300 cajitas de lápices de colores largos y cortos, además de marcadores”, manifestó.
Señaló que los materiales incautados son productos desechables que atentan contra la economía y la salud de las familias ya que su composición podría contener plomo que puede causar daños físicos a largo plazo a los niños que tienden a masticar los lápices.
“El padre debe comprar un producto original que le garantizará mayor durabilidad y no dañará la salud de sus hijos”, dijo.
Indicó que al comprar un lápiz o lápices de colores se debe raspar con la uña la superficie que en el caso de los productos falsificados tiende a desprenderse porque no tiene el esmalte protector. Además, los originales tienen la mina de forma circular, los falsificados de forma hexagonal.
“Además, los productos falsificados vienen con una promoción. Se les entrega una gomita delgada y pequeña que podría ser ingerida por lo menores de cuatro años. Asimismo, la caja del producto es más delgada que del original”, expresó.
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