Al menos 44 personas han muerto ayer en Filipinas tras un terremoto de 6,7 grados de magnitud en la escala abierta de Richter seguido de fuertes réplicas cerca de la isla de Negros, en la región central del archipiélago.
Además, del derrumbe de viviendas, el temblor ha provocado grietas y roturas de cristales en centros comerciales y algunos edificios públicos de la provincia de Negros Oriental y en las ciudades de Cebú e Iloilo.
El terremoto ocurrió a las 11.49 hora local (3.49 GMT) y su epicentro se localizó a 19 kilómetros de profundidad y 70 kilómetros al norte de Dumaguete con una magnitud de 6,7, revelan datos del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS).