Las sorpresas de Charles

Muchos nos preguntamos cómo será el país cuando se haya ido el MAS, probablemente derrotado en elecciones, o de alguna otra manera: los caminos de Dios son infinitos.

Charles Becerra, el alcalde de Quillacollo, acaba de propinar una sonora derrota al MAS, pero el MAS le ha dejado una herencia muy difícil, quizá como venganza.

Esto nos permite hacer un ejercicio sobre lo que ocurriría en esferas más grandes cuando se retire el MAS, o sea despedido.

Becerra cometió un error, es cierto. Dijo que no iba a usar la silla de alcalde, porque nunca se sentaría. Lo que no sospechó es que tampoco podía disponer el retiro de la silla de su oficina, porque la puerta estaba cerrada, clausurada para él y su nueva gestión.

Esos fueron los primeros problemas. Equivaldría a que el nuevo presidente encontrara que el despacho presidencial estuviera cerrado con llave, o que el avión presidencial, el carísimo avión presidencial, estuviera desaparecido, con rumbo desconocido.

Becerra descubrió luego que casi la mitad de los empleados de la alcaldía estaban de vacación; estaban cerradas muchas oficinas secundarias.

Equivaldría a que el nuevo gobierno encontrara cerrados nueve de los 23 ministerios (la mitad creados por el MAS). Sería un problema, sobre todo si alguien supiera para qué sirven esos ministerios.

Lo peor estaba por venir. Muchas empleadas de la alcaldía de Quillacollo están repentinamente embarazadas, con goce de vacación y haberes, por supuesto.

Aquí creo que se acaban los paralelismos. No hay embarazadas a varios kilómetros a la redonda del Palacio Quemado. Y en el momento del cambio de gobierno quizá ocurra lo mismo.

Charles Becerra va a tener que resolver sus problemas. Eso sí, va a tener por lo menos cinco inspectores de la Contraloría junto a su despacho, como ocurre con todas las autoridades opositoras. Las oficinas vacantes, de los vacacionantes, podrían servir para esos inspectores.

Por todo esto quizá sea bueno que se vaya tomando previsiones para que en el momento de la sucesión presidencial no se produzcan sorpresas desagradables.

Vacaflor.obolog.com

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