Es fútbol señores a disfrutar!

Siempre nos sujetamos a imposibles. No sé si es normal en la psicología humana general o sólo en la nuestra (bien nuestra, bien nacional); porque el colla, camba, valluno o chaqueño siente y piensa lo mismo. Basta con escuchar los sondeos de opinión que realizan los compañeros de las radios en típicas previas a los partidos importantes, cuando juega la selección o algún equipo boliviano en torneos internacionales, donde podemos medirnos ante un supuesto Barça o Real Madrid, seguiremos esperanzados en no sólo ganar sino en meterles 4… por lo bajo.

Un amigo en las puertas del colegio de mis hijos, preguntó como le iría a Bolívar esta noche, tras un par de segundos donde él esperaba la respuesta y yo ordenaba mis ideas, nos miramos y sonreímos… él sabía lo que le iba a responder y yo sabía que sin decirle nada le respondía todo. Inmediatamente me contó su experiencia para tratar de explicar lo que más adelante intentaremos, desde estas líneas, aclarar.

Mi amigo, además de ser un experto navegante y copiloto en automovilismo, es un entendido en fútbol. Aprovecha cualquier ocasión para estar cerca de esta disciplina un poco acompañando la pasión de su hijo. Un pretexto más para estar al lado de su “cachorro”. Antes de cerrar el 2011 asistió a todas las prácticas de la selección en el complejo del Club Tenis La Paz Río Abajo.

Cuando la albiverde iba a jugar con Colombia se dio cuenta que físicamente se podía emparejar el equipo pero futbolísticamente no se había avanzado mucho; en otras palabras descifró lo que todos más o menos convencidos sabíamos, que no nos iba a ir bien, con toda esta información de back Up se supone que tranquilo en su casa esperaría el desenlace, sin embargo fue al estadio, compró entradas de revendedor (mucho más caras) se pintó la cara y entró al partido.

Así somos, sabemos de las odiosas diferencias económicas, estructurales y de nivel cada vez que nos cruzamos con cualquiera a nivel internacional, pero no la asimilamos; seguimos abrazados a nuestros imposibles. No digo que algún momento podamos lograrlo, quién apostaba por Bolivia ante Argentina en la Copa América, y peor en eliminatorias cuando conseguimos el mismo resultado en Bs. As., es decir juegan tanto con las posibilidades que nos provocan dudas y signos de interrogación gigantescos.

Las reacciones son típicas: Entra el segundo gol del rival… nos miramos y decimos “era sabido” ; si se empata, nos miramos y sostenemos “no sabemos ganar carajo” y si se gana la frase general es: “yo sabía, Te he dicho”, “yo sabía, como no aposté”. Y casi nunca disfrutamos, porque la frustración no nos lo permite por eso… Pase lo que pase esta noche, disfrute, porque en el fútbol no todo pasa por el resultado.

TURCO BERDEJA