Montevideo, (EFE).- Decenas de miles de personas acudieron ayer a ver a las comparsas bailar al son atronador de los tambores por el centro de Montevideo, en el primer desfile de Llamadas, el espectáculo más popular del carnaval en Uruguay.
Los populares barrios Sur y Palermo de la capital uruguaya fueron una vez más testigos de esta marcha de las primeras 19 comparsas, de las 40 que este año participan en el desfile, que son fiel reflejo de las raíces africanas del carnaval del país sudamericano.
En una fiesta que comenzó al anochecer y que tenía previsto concluir bien entrada la madrugada, las comparsas o “sociedades de negros y lubolos” enfilaron su larga caminata por las calles Carlos Gardel e Isla de Flores al son del candombe, el ritmo interpretado por las cuerdas de tambores, que no pararon de tocar en ningún momento.
Ante ellos, cientos de bailarinas y “vedettes”, abanderados y personajes típicos de la fiesta como el “gramillero” o la “mamá vieja” bailaron incesantemente el trepidante ritmo entre la algarabía de los espectadores durante el casi kilómetro y medio de recorrido.
El desfile, que se desarrolla en dos días debido a la gran cantidad de participantes, repartirá este año premios por casi dos millones de pesos uruguayos (unos 100.000 dólares) y servirá además para reconocer, en la madrugada del próximo sábado, a la comparsa que será la referencia durante todo el año de los uruguayos de ascendencia africana.