Un simposio organizado por el Vaticano sobre abuso sexual a menores, por parte de los curas, es el primer paso que da la Iglesia de Roma para salir del silencio. En primera instancia se dictará desde Alemania una atención a distancia para profesionales que se ocupen de estos casos.
El trabajo fue realizado durante cuatro días por 110 representantes de Conferencias Episcopales de todo el mundo, junto a psicólogos y expertos, en una muestra de la intención de la Iglesia de ayudar a la sociedad a luchar contra abusos que muchas personas callaron durante mucho tiempo.
El cardenal de Munich, Reinhard Marx, aseveró que la Iglesia se equivocó a la hora de afrontar los casos de pederastia, “al proteger a sus instituciones antes que a las víctimas, a las que les prestó escasa atención”.
Los representantes del Vaticano están convencidos de que la pérdida de credibilidad de la Iglesia se ha debido a esta omisión, que ha contribuido a alimentar observaciones de los medios de comunicación.
Los casos de pederastia han costado a la Iglesia a nivel internacional más de 2.000 millones de dólares. Solamente en Estados Unidos se calcula que unas 100 mil personas sufrieron abuso sexual a los que hay que añadir cientos de casos en otros países.