Cochabamba, (ANF).- El conflicto en el colegio Bolívar por el ingreso de 10 estudiantes mujeres se agrava, ya que derivó en hechos de violencia con saldo de un padre de familia herido y una madre detenida por efectivos policiales que gasificaron dicho establecimiento, obligando a suspender las clases.
El hecho ocurrió la mañana de ayer, cuando efectivos policiales custodiaban a las 10 señoritas para que pasen clases porque son rechazadas en el colegio Bolívar, un establecimiento con cerca de un siglo de tradición por albergar en sus aulas a varones. Al encontrar resistencia de los padres de familia y los 500 alumnos varones que gritaban: ¡No queremos imposición!, alrededor de 30 efectivos policiales procedieron a desalojar a los estudiantes en medio de una profusa gasificación.
Uno de los estudiantes afirmó que con su decisión, no se busca impedir el ingreso de las alumnas y que tampoco el rechazo sea un acto de discriminación. En ese marco, cuestionó la imposición de las autoridades educativas, quienes obligaron al director del colegio inscribir a 10 alumnas, sin que hayan hecho filas y otros sacrificios que sí hicieron sus padres para inscribirlos a dicho colegio. “No somos delincuentes para que la Policía nos trate como a tales, gasificándonos y golpeándonos. Que vayan a combatir a los criminales en las calles”, dijo guardando su identidad.
Los padres de familia que optaron por el anonimato ante las amenazas de juicios y detenciones, acusaron a los efectivos policiales de discriminación, pues se protege la seguridad de las alumnas que son la causa del conflicto, y se gasifica a los estudiantes.
Ante esta decisión, el director de Educación de Cercado, Nicolás Siles, afirmó que la educación mixta en todo el país es una obligación, por lo que debe cumplirse en el colegio Bolívar. Mencionó que para evitar hechos de violencia optó por suspender las clases hasta encontrar una solución.
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