Sao Paulo, (EFE).- El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, quien desde octubre pasado se trata contra un cáncer de laringe, sufrió ayer un cuadro de deshidratación y debió ser internado en un hospital de Sao Paulo, según informaron sus asesores.
Lula, de 66 años, entró caminando al Hospital Sirio Libanés, donde realiza su tratamiento oncológico, después de pasar doce horas sin alimentarse adecuadamente como consecuencia de un cuadro de deshidratación, declaró a periodistas la Asesoría de Prensa del Instituto Cidadanía, fundado y dirigido por el exmandatario.
De acuerdo con la información de sus asesores, Lula sufrió el cuadro de deshidratación debido a una reacción que tuvo con el suero por el que recibe la medicación que complementa su tratamiento de radioterapia.
Fuentes del hospital indicaron a Efe que Lula no pasó por la unidad de urgencias y que sus médicos evalúan la situación para determinar el tratamiento a seguir.
Minutos después, la clínica comunicó en un boletín que el paciente ingresó “quejándose de pérdida de apetito y fatiga” y después de la evaluación preliminar “fue constatada apenas la presencia de inflamación de la mucosa de la laringe y el esófago, consecuente de la radioterapia”.