En las calles peruanas ofrecen libremente combustible boliviano

Desaguadero, EL DIARIO- Carmiña Moscoso, enviada especial).- Gasolina y diesel que llegan como contrabando hasta la frontera entre Bolivia y Perú, son ofrecidos abiertamente en la terminal de microbuses y minibuses interprovinciales del sector de el Desaguadero sin ningún control, según comprobó EL DIARIO en visita al lugar.

La venta en la localidad de el Desaguadero se incrementó sustancialmente en desmedro de la economía y los transportistas bolivianos.

Los bidones de cinco, 10 y 15 litros son los más ofrecidos por los comerciantes de este rubro. Según mencionó Celestina H., “los de menor cantidad son los que pueden ingresar desde Playa Azul de forma directa a las calles Litoral, Guanque, Junín y Desaguadero, donde se llega a descargar a los tanques de los vehículos de alto tonelaje F-12 o se instalan en los puestos de venta en dicha terminal, bajo el precio de 48 soles (Bs 123) cada bidón de cinco litros”.

“Yo ya acabé mis bidones pero más tarde llegará más, porque hasta la noche es que salen los micros y minibuses, tenemos que venderles. Es mejor traer del lado boliviano, por el precio y al atardecer algunas personas ya saben de dónde llega”, manifestó Celestina con la indiferencia que caracteriza a estas vendedoras cuando expresan una realidad que para algunos es favorable por el contrabando y para otros un desmedro que termina con sus negocios.

Por su parte, Gustavo Rivadeneira, dirigente del Transporte Pesado Internacional, sostuvo que “el litro de gasolina en el lado peruano es adquirido en Bs 15 ó 17 dependiendo de la temporada, pero en días de feria suele incrementarse a Bs 24”, como lo comprobó EL DIARIO.

En el territorio nacional el litro de gasolina se vende en Bs 3,74, lo que significa que un bidón de cinco litros tiene un valor de Bs 18,7; mientras que en el sector peruano el mismo bidón de cinco litros es comercializado en 48 soles o su equivalente en Bs 123.

“Antes de llegar a el Desaguadero, nuestros afiliados del Transporte Pesado Internacional y los propios cisternas llegan a ser revisados por los soldados de la Unidad Militar, donde incluso con palos miden si el tanque de los conductores bolivianos está lleno o vacío, pero lo irrisorio es que en el sector del lado peruano, los bidones de cinco litros se comercializan como si nada y pasan por Playa Azul, por lo tanto sí existe un supuesto control, el combustible continúa saliendo por contrabando hormiga todos los días y no sólo en feria, sino también por vías donde no hay ninguna verificación”, afirmó Rivadeneira.

La venta de combustible es en bidones o botellas de pet desde dos litros, no sólo se ofrecen en los cinco puestos de venta de la terminal de transporte interprovincial en el lado peruano, sino que se constata la existencia de domicilios particulares en ambas regiones fronterizas donde se ofrece el carburante en un precio tres veces mayor al encontrado al interior del país.

“En varias oportunidades, nosotros que estamos en las fronteras hemos requerido de la venta de combustible porque nos hemos quedado sin este elemento y los mismos soldaditos del cuartel o los vecinos de esa población nos han mostrado las casas donde efectúan acopio de combustible tanto del lado peruano como boliviano pero a precio internacional”, señaló Rivadeneira.