Pensar, mascar chicle y cruzar la calle

El latiguillo permanente de los equipos bolivianos que juegan la Copa Libertadores es el tener que atender dos torneos a la vez, y entonces viene el tema de la postergación de los partidos, el jerarquizar uno de ellos y dejar de lado el otro o, simplemente el intentar atender a los dos frentes y quedarse sin soga ni cabra.

A Bolívar le fue bien en el partido con Universidad Católica en Santiago, pero no desatendió sus partidos por el torneo local. Es decir, se empeñó en la empresa mayor, pero no desatendió las empresas menores. Logró un triunfo en casa y empató dos partidos en condición de visitante, y ojo que estuvo cerca de ganarlos.

Para conseguir esos objetivos dejó en la banca a los más cansados, equilibró el equipo, planificó sus viajes y puede decir en este momento que está bien parado en la Libertadores y no descuido el torneo de casa.

The Strongest no debutó todavía en la Copa, pero la afición espera que lo haga con pie derecho, pero por el momento en el torneo local avanza con más tropiezos que con paso seguro. El primer análisis apunta a señalar que por pensar en la Copa se empezó a distraer en el campeonato local o que la mente divaga en la empresa mayor y está desconcentrado en los menesteres de casa.

Un término muy utilizado en la jerga futbolera señala que los torneos mayores terminan por desconcentrar las ocupaciones de casa y se empieza a hablar del “mal de copa”, que no es más que desatender lo que se tiene en casa por jugar un encuentro de Copa Libertadores.

Nos ocurre en la vida diaria. A veces nos dedicamos tanto a la necesidad mayor que descuidamos los menesteres menores. Y no siempre hacemos bien la tarea mayor. Cada quien sabe cuánto debe dedicar a una tarea y cuánto a la otra. Un amigo sugería en tono de burla “nunca hay que hacer dos cosas a la vez como pensar y mascar chicle o”mascar chicle y cruzar la calle”.

Los dos grandes paceños, en este caso tendrán en la medida de sus posibilidades que pensar, mascar chicle y cruzar la calle, como generalmente la vida nos obliga a ordenar las ideas para poder llevar adelante nuestras ocupaciones, me pasa a mí, le pasa a usted, tenemos diariamente que lidiar con los temas del trabajo, los estudios, las tareas de los chicos, la economía de la casa, y la lista no tiene fin.

Bolívar y Strongest no tienen opción de sólo abocarse a uno de los torneos, con todos los inconvenientes y limitaciones le pondrán el pecho a las balas, obligadamente con mucha capacidad encararán ambos, lo más competitivamente posible.

El tema acá es concreto. La Copa distrae a los equipos locales porque no tienen plantillas de 30 jugadores capaces de atender dos empeños. Tenemos instituciones pequeñas, hay jugadores imprescindibles que tiene que hacer dos esfuerzos y el físico termina pasando factura.

TURCO BERDEJA