(EFE).- La ONU alertó ayer de que Siria se sumirá “pronto” en una guerra civil si continúan los “ataques indiscriminados” contra la población civil a manos de las fuerzas gubernamentales, por lo que pidió “acción” a la comunidad internacional para que se logre el fin de la violencia.
Así lo aseguró ayer la alta comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, Navy Pillay, ante los 193 miembros del organismo internacional, a quienes mostró su “consternación” por las “graves violaciones” de las que son objeto los civiles sirios y a quienes exhortó a realizar “una acción colectiva” para frenar la crisis.
Pillay señaló que “la cruel represión y la incitación deliberada a las tensiones sectarias pronto sumirán a Siria en una guerra civil”, y aseguró que Naciones Unidas cuenta con “pruebas creíbles” de que Damasco ha cometido “crímenes contra la humanidad” desde que se iniciaron las protestas en el país hace once meses.
En ese tiempo han muerto, según dijo la ONU a mediados de enero, más de 5.400 personas, entre ellos 400 niños, aunque desde entonces el organismo no puede calcular una cifra fiable, aunque según la oposición siria, las víctimas civiles superan las 6.000 e incluso hay países, como Arabia Saudí, que hablan de más de 7.000 muertos.
“Cuanto más tarde la comunidad internacional en tomar acciones, más sufrirá la población civil con las innumerables atrocidades que se cometen en su contra”, aseguró la alta comisionada en una sesión especial de la Asamblea General de la ONU sobre la crisis siria, cuyo impacto en cifras de muertos dijo ser incapaz de dictaminar.