El Parque Nacional Torotoro no debe ser un nuevo TIPNIS

Ya hemos dicho en otra nota que las carreteras son como las venas que llevan la vida a los pueblos. Pero éstas deben ser diseñadas y construidas según las aptitudes de las zonas geográficas y entre éstas, las áreas protegidas merecen un tratamiento y protección especiales, no son como las zonas comunes, donde pueden cruzar los caminos en todas direcciones.

Por eso ha surgido el problema del TIPNIS, donde se proyectó carreteras sin tomar en cuenta su capacidad y aptitud privilegiada.

Últimamente las autoridades de Potosí han planteado la construcción de una carretera pavimentada entre Cochabamba y Sucre, pasando por el pueblo de Torotoro que es la sede, el centro del Parque Nacional Torotoro que nos cupo la honra de crear en 1989 y consolidarlo después, una verdadera epopeya civil.

Ya en años anteriores hicimos notar la inconveniencia de que el trazo de dicha carretera pasara por el pueblo de Torotoro, partiendo precisamente el Parque Nacional, que es una joya de la naturaleza, que no solamente comprende la biodiversidad de los valles interandinos. Principalmente es su natural geológico que nos ha hecho decir que Torotoro es una Biblia para los geólogos, por su diversidad de suelos y diaclasas de diferentes edades y eras prehistóricas.

De Torotoro un funcionario del Yellowstone National Park, después de visitar otros parques bolivianos, nos escribió que “Torotoro es el más único e interesante. Como bien saben es un mundo extraño, inolvidable y sumamente bello”.

Por eso, construir una carretera interdepartamental que parta el Parque Nacional Torotoro traerá consecuencias funestas para este parque, por el volumen de tráfico pesado, la contaminación del aire, que en esa zona es todavía de una pureza saludable, el ruido permanente afectará a las aves, algunas endémicas; provocará presión de asentamientos humanos hasta en lugares intangibles, y se acelerará la depredación de sus valiosos recursos naturales.

Torotoro no es un parque de conservación de flora y fauna únicamente. Tiene muchos valores paleontológicos y arqueológicos, es el sitio espeleológico más importante de Bolivia, contiene belleza paisajística conmovedora y es una zona de estudio geológico único, que no se debe exponer a la voracidad depredatoria que trae consigo una carretera de primer orden, en este caso interdepartamental.

Antes de que ello ocurra y surja un nuevo conflicto como el del TIPNIS, hacemos la advertencia para que se modifique el trazo de la carretera por las riberas del río Caine hasta empalmar a la que vendrá de Sucre, además con más provecho para los habitantes de esta zona caliente y muy productiva.

Con que el camino turístico actual a Torotoro se lo tenga mantenido y se modernice un sistema de transporte adecuado, es suficiente; pero con una carretera de primer orden que divida el Parque, se decretará la extinción de una naturaleza silvestre que debe permanecer incólume para las generaciones futuras, filosofía que debe prevalecer en las autoridades departamentales y locales para el diseño y ejecución de los proyectos de desarrollo humano y de conservación.

Felizmente en días pasados, cuando asistimos a la reunión del Sindicato Agrario de Viluyo, a 5 Km. del pueblo, surgieron voces de alerta contra la construcción del camino interdepartamental que se proyecta, por los impactos negativos para el parque y su población. Esto nos hace presumir que oportunamente se replanteará el diseño de la carretera por la cuenca del río Caine, para evitar conflictos como en el TIPNIS.

Existiendo en este caso la alternativa de construir la carretera por la cuenca del río Caine, es de desear que se modifique el proyecto inicial y se preserve una de las áreas protegidas de mayor belleza de Bolivia.

bdlarltd@hotmail.com