En un recorrido que hizo ayer EL DIARIO por la carretera La Paz–Oruro, se pudo constatar que todos los vehículos, sin excepción alguna, circulan sin ningún control de la Unidad Operativa de Tránsito o la Policía Caminera.
Dos reporteros de este medio de comunicación, que viajaron de incognitos, constataron que a lo largo de la carretera, no existen controles policiales móviles o patrullas, muchos menos efectivos encargados de regular la velocidad de los motorizados, con los radares, de tal manera que la carretera, se convirtió en una pista de carreras, donde los más osados, resultan ser los conductores de los buses de transporte interprovincial y los de transporte pesado.
El periplo se inició en la terminal de buses de El Alto, donde la Policía de Tránsito se olvidó realizar los controles del estado del motorizado, es más en el retén de pago de peaje de Achica Arriba, se evidenció que los efectivos de la Policía Caminera no realizan la revisión del botiquín de primeros auxilios, llanta de auxilio, extinguidor y menos aplicar el examen de alcoholemia a los conductores ni la revisión respectiva de la nómina de pasajeros, normas establecidas en el código de Tránsito para resguardar la seguridad de los viajeros.
En Achica Arriba, los efectivos se limitan al resguardar las oficinas del pago del peaje para evitar asaltos como los ocurridos en años pasados, reveló un funcionario.
“Velocidad máxima 80 kilómetros”, dice un letrero con pintura fluorescente, que se encuentra en el retén, empero a pocos minutos de dejar el lugar los conductores se olvidan de la recomendación y sobre pasan incluso los 120 kilómetros por hora, tal como informó a EL DIARIO, el encargado de la Policía Caminera de Patacamaya sargento Juan Quispe.
El recorrido nos llevó por poblaciones que se ubican a lo largo de la carretera, como Pocota, San Antonio, Kalamarca, El Tolar, Hayhuaycu, Viscachani, Patacamaya, Lahuachaca y Sica Sica. A nuestro paso se pudo evidenciar la falta de efectivos de la Policía Caminera (por no decir la inexistencia de ellos), es más no hay vehículos policiales o patrulleros en motocicletas, que recorran la carretera para regular la velocidad de los motorizados, causante de los graves accidentes que a diario se registran.
Durante la semana pasada, la Policía Caminera, reportó al menos tres accidentes de tránsito, donde perdieron la vida siete personas, en tanto que más de 30 quedaron heridas.
El encargado de la Policía Caminera, de la población de Patacamaya, a 111 kilómeros de La Paz, sargento Julio Quispe, explicó que en muchos de los casos, los accidentes fueron provocados por conductores que ignorando las reglas, señalizaciones y normas de circulación en carretera.
“Hemos atendido tres accidentes la semana pasada, lo que pasa es que muchos exceden la velocidad, pero también hay otros que les falta educación vial no hacen caso a las señales, se estacionan sin luces de seguridad, invaden carril, rebasan en curva o los llamados lomos de pez, allí es donde se producen los accidentes”, dijo en entrevista con EL DIARIO.
Y es que las velocidades que imprimen muchos de los conductores se hace notable, más aún si se trata de vehículos de gran capacidad como los buses y los trailers que sobre pasan los 80 kilómetros máximos por hora establecidos en la norma de tránsito.
Para Quispe, el exceso de velocidad, la imprudencia y la falta de educación vial y reglas de tránsito por parte de los conductores, serían los factores a los que se les atribuye la frecuencia de los fatales accidentes de tránsito que ocurren en la carretera La Paz–Oruro.
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